Me duermo o me como la pizza.
Para empezar tenemos a un niño al que le encanta la pizza y dormir, pero no piensa renunciar a la pizza por un poco de sueño, ha estado esperando toda la semana para venir a la pizzería con su familia y está dispuesto a llegar hasta el final y no dejar ni el más mínimo rastro en el plato, conseguirá mantenerse despierto hasta que la acabe.
Los niños pueden comer dormidos.
En el siguiente vídeo tenemos un protagonista muy interesante, el niño parece que está totalmente dormido pero aun así sigue comiendo su preciado helado, además de tener el movimiento del coche, siempre acierta a la hora de llevarse el helado a la boca, un niño impresionante.
Ya dormirá después de comer.
El siguiente niño tiene entre sus manos un buen plato de patatas fritas y además tiene un sueño acumulado de un día lleno de juegos infantiles por el centro comercial, una mañana llena de actividades que han conseguido agotar al pobre niño protagonista del vídeo. La cuestión si conseguirá acabarse su plato antes de caer totalmente agotado por el sueño.
No estaba dormido solo había cerrado los ojos.
Cuando crees que se ha dormido, abre los ojos para acabar con lo que ha empezado, en el siguiente vídeo el niño parece que no puede aguantar sin quedarse dormido, aunque la cosa cambia cuando su madre intenta retirarle el vaso para que duerma tranquilo, entonces el niño se despierta y continua con su banquete, cuanto aguantaré comiendo antes de volver a echarme una cabezadita.
El niño quiero y no puedo.
Para acabar tenemos a otro gran dormilón, el niño está por la labor de acabarse todo el plato, aunque parece muy poco probable que consiga mantenerse despierto y vencer al sueño. Desde luego la postura que adopta no le ayudará mucho a no quedarse dormido antes de acabarse toda la comida del plato.