La Directiva Aves tiene por objeto proteger y conservar a todas las especies de aves en el territorio de la Unión Europea. Desde España a Finlandia, desde Alemania a Turquía, queda terminantemente prohibida su captura y compraventa.
Esto es algo que no parecían entender dos agentes de la Guardia Nacional Republicana (GNR) cuando, tras casi media hora buscando el puesto en el que se encontraban los animales, les puse al tanto de la situación.
Los dos guardias se miraron extrañados el uno al otro, con cara de circunstancias, ante mis preguntas. Su expresión de duda hablaba por si sola. No tenían ni idea de lo que era un Pica-pau-malhado-grande, nombre que recibe este Pícido en el país luso. Tuve que repetírselo un par de veces, añadiendo que el comercio de aves silvestres no estaba permitido al otro lado de "A Raia". No pude evitar sonreír mientras les explicaba... ¿Cómo es posible que no supieran nada?
Me comentaron que si estaban allí era porque podían estar; que se realizan numerosas inspecciones para evitar este tipo de casos, tanto sobre los animales como sobre el resto de productos expuestos en el mercadillo, uno de los mayores de la región norte. Razón de más para efectuar controles eficaces.
No quise insistir. No iba a conseguir absolutamente nada. Pocos minutos después, les di las gracias y nos despedimos.
Los picapinos en su jaula. //El Naturalista Cojo
Lo único que podía hacer era observar a los pobres pájaros a través de los barrotes de su pequeña jaula, cuyo único elemento familiar para ellos era una gran rama que uno de los carpinteros, el más nervioso, no dejaba de picotear. Era la hembra. Me producía enorme tristeza comprobar como con cada movimiento en el interior de su prisión de metal, seguramente intentando hallar una vía de escape, su plumaje se deterioraba más y más... El macho, aparentemente más tranquilo, apenas se movía. Podía compartir su sufrimiento... Los comentarios de la gente, incluidas familias con niños, acabaron por desmoralizarme.
750 Euros. 375 cada uno. Ese era su precio. El precio de unas criaturas nacidas para ser libres. ¿Dónde está la belleza de un ave condenada al cautiverio? Jamás lo entenderé...
La legislación portuguesa establece ciertas excepciones cuando se trata de especies cinegéticas o criadas en cautividad. No parece ser el caso del Dendrocopos major... Y aunque lo fuera, el propietario deberá acreditar su origen presentando los permisos oportunos. De lo contrario, podría incurrir en un supuesto delito contra la fauna.
Varios compañeros en Galicia hemos denunciado estos hechos. Esperemos que se investiguen. Os mantendremos informados.
**Según datos del Serviço de Proteção da Natureza e do Ambiente (SEPNA), alrededor de 130.000 aves silvestres son capturadas ilegalmente cada año en Portugal. La captura de aves silvestres es un crimen castigado por ley. ¡Denuncia cualquier situación ilegal! Linha SOS Ambiente e Territorio 808 200 520 (Todas las denuncias son anónimas)