En la lista de decisiones inteligentes de Marvel, la que más ha llamado la atención en los últimos días es la cancelación de la serie de Hulka guionizada por Charles Soule y dibujada por Javier Pulido.
La pobre Jennifer Walters últimamente parece estar condenada a buenas críticas y malas ventas, y es que sorprende que esta colección haya sido una de las que caen a la papelera en Marvel. Quizá no tanto sorprende como que molesta, hay muchas buenas colecciones que se quedan en el tintero porque no consiguen las suficientes ventas o porque las Cabezas Pensantes deciden que ya ha llegado su hora para que luego los lectores las lleguen a considerar clásicos imprescindibles.
Sin embargo, las cosas como son y a partir de febrero parece que nos quedaremos sin nuestra abogada verde favorita, dejando así espacio para nuevas colecciones como Ant-Man (en un desesperado intento de lograr que alguien le interese el personaje antes del estreno de la película) o la Chica Ardilla (no me voy a quejar de ésta porque, seamos honestos, tengo mucha curiosidad) y colecciones tan innovadoras como Superior Iron Man, en la que Tony Stark continúa siendo un personaje más que quemado con un doble de moralidad ambigua y una armadura nueva (se han devanado los sesos con ésta).
La noticia provocó una marabunta de críticas y comentarios en las redes sociales, hasta tal punto que el propio guionista twitteó esto hace unos días:
Junto a su propia opinión del asunto en su blog. Tanto uno como el otro dan algo de esperanza a los fans, aunque siguiendo la trayectoria de Marvel, tampoco tanta. Habrá que esperar a ver si la respuesta colectiva sirve para algo.
La noticia coincide también con el lanzamiento del primer volumen en España, así que para aquellos que aún no le hayáis dado una oportunidad, lo tenéis recién sacado del horno y con una de las fantásticas portadas que Kevin Wada le ha estado dando a la serie.
En línea con algunos de los últimos lanzamientos de Marvel, se trata de una colección mucho más doméstica. Jennifer es despedida de su bufete, así que decide establecerse por su cuenta y abrir su propia firma de abogados. Cosas malas pasan. Hay doombots involucrados y cameos de otros abogados del universo Marvel (bueno, uno). En conjunto es soplo de aire fresco entre la cantidad de títulos principales que parecen repetir las mismas historias una y otra vez y los mil y unos macroeventos imposibles de seguir y que parecen enfilarnos a las próximas películas de Marvel Studios.
Nos queda el consuelo de que parece que esta colección impulsará a Charles Soule a otros trabajos dentro de Marvel (hace nada le veíamos en el evento de La Muerte de Lobezno) y definitivamente se establece como un guionista que habría que mantener en nuestro radar. Lo mismo puede decirse del espectacular trabajo de Kevin Wada y Javier Pulido (éste pasó por algunos números de Hawkeye también).
Con un poco de suerte, Marvel no dejará abandonada a Jennifer durante mucho tiempo y, mientras tanto, siempre es útil dejar las quejas en su buzón de sugerencias.
[pinit]