[Cómic] Dossier Mutante: Primera Generación
Sara M 12 enero, 2015 0
Imaginad esto: tenéis una amiga obsesa (que puedo ser yo perfectamente) que lleva siendo fan de X-Men desde que era una cría. Habla sin parar del tema y vosotros habéis visto las películas (muy a vuestro pesar) y quizá habéis picoteado de algún cómic actual suelto (muy a vuestro pesar) y ha llegado El Punto. Es el Punto en el que habéis decidido que vais a leer a los mutantes en serio para contentar a vuestra amiga y que deje de hablar sola porque empieza a ser un poco triste.
Aquí se os presentan dos problemas: el primero es que habéis tomado decisiones erróneas en vuestra vida y os han traído a este Punto, y el segundo es que os enfrentáis a Marvel Cómics, un coloso de enormes proporciones, viajes temporales y confusos macroeventos.
En otras palabras, empezar a leer sin ningún tipo de guía es imposible.
Esta es una guía seria.
UN POCO DE HISTORIA
Los X-Men nacen de la pereza narrativa de Stan Lee para imaginar orígenes superheróicos y el canto a la diversidad del “nacieron así” (que, seamos sinceros, en esa época no era tan canto a la diversidad como es ahora). Siguen la estela de Spider-Man, Hulk, Thor, Iron Man y los Cuatro Fantásticos y en 1963 aparecen en las estanterías marvelitas como un grupo de adolescentes que tratan de encajar en un mundo en el que no tienen hueco.
En lugar de ser mordidos por arañas radioactivas, ser víctimas de explosiones nucleares, ingenieros multimillonarios o astronautas accidentados, los mutantes nacen con lo que denominan el gen X (que da nombre al equipo, si obviamos la arrogancia infinita del profesor Xavier), un pequeño salto en la evolución que les dota de habilidades sobrehumanas.
A partir de ahí, la historia se desarrolla como se desarrollaría de manera habitual si nos pasase a cualquiera de nosotros: se embuten en trajes de licra y luchan contra el crimen.
Es una metáfora
Los mutantes son diferentes. Los mutantes tienen que sobrevivir en un mundo que los odia y los teme y tienen que poner buena cara en el proceso. Los mutantes son una metáfora. ¿De qué? Ahí ya nadie se aclara.
Comienzan como una metáfora de la adolescencia (el típico chaval al que le salen granos y se carga al vecino con pus radioactivo), al igual que Spider-Man era el chico de a pie, el friki perdedor y el que no podía llegar a fin de mes. El problema es que cuando creas una minoría, das pie a que todas las minorías reales (por mucho que no aparezcan en tu producto final) se sientan identificadas, así que podemos elegir a nuestro gusto: son una metáfora de las distintas razas, de las distintas orientaciones sexuales, de las distintas representaciones culturales. Cualquier grupo que se haya sentido oprimido puede subirse al carro de los mutantes.
La primera generación
A pesar de las mentiras que os haya contado la Fox, el primer equipo de X-Men tiene cinco miembros y ninguno en el orden que ha dicho Bryan Singer (que no dirigió Primera Generación, pero al que voy a echar la culpa igual).
Scott Summers, Bobby Drake, Hank McCoy, Warren Worthington III y Jean Grey son los primeros alumnos de la Escuela Xavier para Jóvenes Talentos, escuela creada por Charles Xavier (considerado el telépata más poderoso del mundo) como un refugio en el que los mutantes puedan estudiar y aprender a controlar sus habilidades especiales.
Diversión y educación en un mismo paquete.
Los trajes de colorines dan un nuevo y divertido enfoque al concepto de los niños soldado.
Dramatis personae
Los buenos
- Scott Summers (Cíclope): líder de los X-Men. Solitario, lanza rayos por los ojos y tiene la personalidad de un palo que nadie quiere. Actualmente es el saco de boxeo del universo mutante. Eternamente enamorado de Jean Grey.
- Jean Grey (Jean Grey): telépata, telequinética, pelirroja. Tiene el superpoder de ser La Chica del equipo en los años sesenta, y más tarde la mutación secundaria de adquirir una personalidad. Eternamente enamorada de Scott Summers.
- Warren Worthington III (Ángel): rubio, millonario y encantador cuando hay una chica cerca, un poco imbécil el resto del tiempo (de una manera entrañable). Recibe su nombre por el par de enormes alas que le nacen de la espalda y que le permiten volar.
- Hank McCoy (Bestia): Hank es un genio con aspecto de armario ropero, no habla si no es con palabras esdrújulas y cuenta con una agilidad, velocidad y fuerza sobrehumanas.
- Bobby Drake (Hombre de Hielo): con un nombre tan ambiguo es difícil de deducir, pero es capaz de convertir su cuerpo en hielo orgánico y de congelar la humedad del ambiente. Se trata del payaso y benjamín del grupo. En los primeros números de la colección tiene la apariencia de un muñeco de nieve y actualmente está considerado como un mutante de nivel omega, uno de los más poderosos del mundo. La pubertad le fue bien.
Los no-tan-buenos-y-moralmente-ambiguos
- Charles Xavier (Profesor X): al que no incluiremos en el apartado de los buenos por su fascinación con los niños soldado y moral ética flexible. La relación entre Magneto y el profesor Xavier se remonta a su juventud, antes de que uno se decidiera por la ruta terrorista y el otro por magisterio.
- Erik Lehnsherr (Magneto): uno de los mutantes más poderosos del mundo. Controla y manipula cualquier tipo de energía que esté relacionada con el espectro electromagnético. Su otro superpoder es ser Ian McKellen y Michael Fassbender. Magneto es un superviviente del Holocausto judío y toda su motivación es evitar que su especie sufra un destino similar.
- Pietro y Wanda Maximoff (Mercurio y la Bruja Escarlata): más adelante revelados como los hijos de Magneto, ambos son mutantes de origen romani y forman parte de la Hermandad de Mutantes Diabólicos, grupo liderado por Magneto. Pietro posee una velocidad sobrehumana y Wanda la habilidad de manipular la probabilidad y la realidad. Pietro apareció de aquella manera por la última adaptación de X-Men y ambos aparecerán en la segunda parte de Los Vengadores, con una historia de origen ligeramente modificada.
Están un poco blancos, lo que hace el tiempo de Nueva York.
GUÍA RÁPIDA DE LECTURA
Aquellos maravillosos sesenta
No vamos a mentir, los sesenta son para los valientes. Provocan cierta nostalgia en la relectura para los fans y alguna pequeña embolia por la densidad en los no iniciados.
Los estilos narrativos han evolucionado y en comparación con etapas posteriores (especialmente la de Claremont en Uncanny X-Men) los primeros números de X-Men dejan bastante que desear. No obstante, sientan las bases del equipo; presentan a personajes como Banshee, Kaos o Polaris (que formarán parte del equipo más adelante), lugares con renombre dentro del mundo Marvel (como la Tierra Salvaje) y los villanos más clásicos de X-Men: el Mímico, Unus el Intocable, la Hermandad de Mutantes Diabólicos, Mente Maestra, los Centinelas, o el hermanastro del profesor Xavier: el Juggernaut.
Mi recomendación: si os veis con fuerzas, recopilad unos cuantos números y unas aspirinas y cambiad de mentalidad para volver al estilo narrativo sesentero durante un rato. Si vivís por España encontraréis los antiguos tomos recopilatorios de Biblioteca Marvel a precios muy asequibles, aunque algo descatalogados. (Y si no, siempre está la Marvel Wikia.)
Guionizada por David Hopeless y dibujado por James McKelvie, Season One es una novela gráfica autoconclusiva que presenta el primer año en la escuela de esta primera generación de X-Men. Es una versión actualizada y muy amena que sirve de presentación al grupo original y parte de los personajes.
Mi recomendación: es un buen inicio si queréis leer algo corto y que no os haga pensar demasiado. Os sirve de presentación a los personajes originales y, aunque no es lo mejor que haya dibujado McKelvie, sigue siendo bastante decente.
Esta colección sigue la tónica de Season One pero al ser mucho más larga profundiza mejor en las relaciones entre los personajes y en las historias. No se toma en serio y actualiza muchos de los elementos que actualmente resultarían problemáticos de los números de los sesenta (ritmo, desarrollo de personajes, la personalidad de Jean Grey).
Incluye también cuatro números que se publicaron con el título de X-Men: First Class. Finals y que sirven como cierre a la colección.
Mi recomendación: leed Season One y después leed esto. Si no os atrevéis a adentraros en las profundidades del cómic de los sesenta (bastante comprensible), esta colección, a pesar de ser anterior a la de Hopeless, sirve a modo de continuación. No se trata de un remake, dado que no adapta las historias originales, si no más bien de una colección que cuenta lo que ocurre en los huecos entre esas historias en un contexto modernizado.
Professor Xavier and the X-Men
En la década de los noventa se lanzó esta colección que vuelve a contar muchas de las antiguas historias de los números originales. Esta colección tiene dos grandes problemas: estar terriblemente descatalogada y haber sido escrita en los noventa, con todo lo que ello conlleva.
Mi recomendación: Si por algún casual diéseis con ella en tiendas de segunda mano o convenciones, recopila muchísimas de las historias originales casi plano por plano y puede resultar menos densa que la colección de los sesenta.
Con el último lavado de cara de Marvel, Brian Bendis tomó el control del equipo e introdujo un nuevo viaje temporal que haría que los cinco personajes originales acabasen en la continuidad actual. El gran problema de esta colección es que puede resultar difícil de seguir si se sigue al día Marvel y que se ve envuelta en miles y miles de macroeventos.
Mi recomendación: Bendis coge bien las caracterizaciones y peor los argumentos superheróicos. Aún no queda muy claro qué pretende Marvel hacer con esta colección, sino tal vez devolver algo de nostalgia a los lectores y arreglar la cantidad de desaguisados que lleva siendo X-Men la última década. No es un buen punto para empezar de cero, pero si lo que queréis es leer algo actual que os meta de lleno en el universo Marvel, esta puede ser vuestra colección.
Si habéis llegado hasta aquí: enhorabuena, habéis aguantado más de lo que me han aguantado a mí mis amigos y desbloqueado el Nivel Denso del universo mutante. Os espero en la segunda parte del dossier (infinitamente más interesante): la Segunda Génesis.
[pinit]