Comic Review – La muerte del Capitan America de Ed Brubaker y Steve Epting

Comic Review…por César del Campo de Acuña

La muerte del Capitán América de Ed Brubaker y Steve Epting

Sé que el mundo del comic de superhéroes está lleno de personajes icónicos y capitales para la cultura popular. Pero si hay uno que además tiene un valor histórico añadido, más allá de su propia antigüedad, es el Capitán América. El Capi nació en tiempos de guerra y nació como una figura dispuesta para ayudar a toda aquella generación que de un modo u otro tuvieron que luchar. Se convirtió en un icono de la fuerza y el valor de los estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial y una vez acabo la contienda en la brújula moral de toda una nación. Quizás Superman, de la Distinguida Competencia, sea el único personaje que en términos morales se pueda equiparar a la rectitud, ecuanimidad, bondad, sentido de la justicia y del deber de los que hace gala El Capitán América pero claro, este último lucho en la Segunda Guerra Mundial y es por eso por lo que quizás supere al hombre de acero. Dicho todo esto debo decir que nunca he sido un gran lector de las aventuras del Capitán América pero desde pequeño, no sé muy bien porque, siempre había entendió y aceptado los valores que su uniforme representaba (dato histórico, la primera vez que fui a una fiesta de disfraces fui disfrazado del Capitán América sin motivo aparente alguno).

¿Y qué motivos se esconden tras mi poco interés lector por las aventuras protagonizadas por Steve Rogers? Bien, lo principal es que siempre me ha parecido un pez fuera del agua; Creo que su lugar son los Campos de Batalla de la Segunda Guerra Mundial y no el presente. Lo secundario es que al haber crecido en un sitio en el que el concepto periodicidad solo se aplicaba a según qué cosas resultaba imposible seguir ninguna serie (un mes te llegaban dos números de G.I.Joe al siguiente uno de Transformers y dos meses después uno de Los 4 Fantásticos). El caso es que tras leer Civil War de Mark Millar (comic que no me maravillo) decidí darle una oportunidad a todo el evento y el primer cómic en el que me fije fue en La Muerte del Capitán América de Ed brubaker y Steve Epting. Verán a pesar de que leo todos los cómics que puedo y escribo sobre ellos (con más ganas que talento todo sea dicho) en esta ocasión lo les voy a dar el típico texto insulso sobre la trama, la narrativa y el dibujo. No, Ed Brubaker y Steve Epting hicieron un trabajo estupendo y recalcar lo evidente aparte de redundante seria hacerles perder el tiempo. Hoy, a raíz de La Muerte del Capitán América, voy a hablarles de otra cosa.

De un tiempo a esta parte no paro de leer opiniones críticas en contra de las películas de súper héroes y de las aventuras de estos en los cómics. Los súper héroes y todo lo que les rodean son según gente mucho más importante que yo: Fascistas en pijama que pudren la cultura y que no aportan nada a la sociedad ya que solo buscan entretener con el vacío a hombres que se niegan a madurar. Pues muy bien. Yo como inmaduro confeso que devora las aventuras (tanto cinematográficas como en viñetas) de estos fascistas en pijama responsables de pudrir la cultura me revuelvo y escribo: bravo. Si señores, bravo por sus opiniones vacías, sesgadas y cargadas del más abyecto defecto humano…la envidia. Y porque digo esto, porque estos paladines de la cultura y Torquemadas de salón dispuestos a ajusticiar a todos aquellos que no bailen a su son, obvian que los cómics de super héroes de hoy son un reflejo de este yermo gris en el que hemos decidido vivir. Ya no hay sitio para la grandilocuencia, para la fantasía, ni para nada de todo aquello que nos maravillaba de niños. De hecho, estos últimos ya ni existen y si existen es de los 3 a los 8 años. A partir de los 9 ya son preadolescentes y hay que regalarles un móvil y una Tablet.

Y ahí tienen ese reflejo en La muerte del Capitán América. La historia que hizo una vez más que los medios pusieran la lupa sobre los cómics por unos días invita a la reflexión en muchos aspectos. El más obvio es el que ya les he contado. Otro es el de la agria conversión de américa. El escritor tras esta historia señala acertadamente: No es el Capitán América el que necesita encontrar a los Estados Unidos, son los Estados Unidos los que necesitan encontrar al Capitán América. Estados Unidos necesita volver a encontrar ese referente moral, sacrificado, justo y dispuesto. Y si los Estados Unidos necesitan volver a encontrar ese referente eso quiere decir que todos los que vamos a la cola tras ellos también necesitamos encontrarlo. La muerte del Capitán América representa el adiós a una época, a una forma de actuar y a unos valores siendo la nota triste que su desaparición es un reflejo de esa zozobra moral en la que nos movemos donde la esperanza ante el futuro ha dado paso a una incertidumbre lastimera y gris.