Comic Review…por César del Campo de Acuña
Natacha (1994 -1998) de François Walthéry
Aunque hacía mucho tiempo que no escribía sobre Natacha no quiere decir que no haya seguido leyendo sus cómics. Las disfruto mucho por los motivos que ya les conté cuando le dedique una entrada al primer volumen editado por Dolmen Editorial dentro de la Colección Fueraborda. Siguen siendo igual de agradecidas de leer gracias a la estupenda combinación de humor, aventura y acción de la que hacen gala todos y cada uno de los volúmenes que he tenido la oportunidad de sumar a mi colección de tebeos. Por otro lado, y como ya mencione con anterioridad, cada ejemplar viene trufado de interesantísimos extras que no solo enriquecen la lectura de la obra sobre la que traten sino que además se convierten en un impagable ejercicio de conservacionismo sobre la historieta franco-belga. Esta idea, que ya expuse cuando le dedique unas pocas palabras al Súper Agente 327 de Martin Lodewijk, conviene ser repetida porque creo que no se le da la suficiente importancia al trabajo que está realizando Dolmen en ese sentido con los tomos de la colección Fuera Borda y aunque, hoy en día, no sea nada raro encontrarnos ediciones integrales cargadas de material adicional el que podemos encontrar dentro de los ejemplares publicados de Johan y Pirluit, Bermudillo y tantos otros esta tan bien escogido y resulta tan interesante que no da la sensación de estar presente únicamente para encarecer el producto aumentando el número de páginas.
Evidentemente el sexto tomo de las aventuras de Natacha no iba a ser menos y entre sus páginas de extras encontramos datos sobre las tres obras que dan forma a este ejemplar (que son El ángel rubio de 1994 con un guion del desparecido Maurice Tillieux escrito en los años 70, La viuda negra de 1997 con guion de Michel Dusart y, por supuesto, Natacha y los dinosaurios de 1998 y guion de Marc Wasterlain) y sobre Comino, otro de los personajes creados por François Walthéry. ¿Y de que tratan las aventuras que contiene este sexto tomo? Bien, la primera de ellas (El ángel rubio) es una historia de espías que vera como Natacha, junto a su inseparable Walter y su amiga Betty (cuyo diseño está inspirado, claramente, en la reina de las Pin-ups Betty Page) recorren Londres para recuperar un maletín lleno de joyas y unos importantísimos documentos. En La viuda negra Michel Dusart le podría decir cuatro cosas a los guionistas de Snakes on a Plane, ya que la trama nos cuenta, en un principio, como un montón de peligrosas criaturas (arácnidos y serpientes) acosas a los pasajeros de un vuelo de la Bardaf salido de México. Y la última, Natacha y los Dinosaurios los autores nos proponen una aventura con un ritmo sensacional, en el que la azafata de vuelo más famosa de la historieta franco-belga termina en un valle poblado de colosales dinosaurios.
Como ya he escrito con anterioridad, las historias son sumamente divertidas. Eso sí, si esperan guiones profundos y oscuros que hagan patria en inesperados y dramáticos giros argumentales busquen en otro lugar ya que, aunque el propio autor a través de su dibujo demuestra saber que su público ha envejecido, como el mismo, (nada más hay que ver la indumentaria de Natacha en las páginas oníricas de El ángel rubio para darse cuenta) sigue apostando por aventuras blancas accesible a lectores de cualquier edad. En ese aspecto resulta tierno ver como Marc Wasterlain y François Walthéry representan a los niños de El club de los dinosaurios del álbum Natacha y los dinosaurios (probablemente escrito el guion al calor del incontestable éxito de Parque Jurásico a nivel mundial, de hecho en una de las viñetas podemos ver la proyección de la película Mesozoic Park XVI) publicado en 1998. Pero que esa mirada, un tanto naif, de cómo se suponen que eran los niños no les distraigan ya que aunque los autores dan la bienvenida a cualquier tipo de lector no dudaran en mostrar, con bastante crudeza para un comic de este tipo, lo salvaje que puede llegar a ser la naturaleza (las heridas en el lomo de Berto, las fatales consecuencias de una pelea entre dinosaurios…)
Evidentemente, sin son de esos aficionados que aprecian el dibujo tanto como la historia, resulta sumamente interesante ver como Walthéry va modificando su estilo, sin perder su personalidad, a medida que van pasando los años (algo apreciable en todas las viñetas y no solo en las curvas que Natacha va ganando a lo largo de los diferentes álbumes que he tenido la oportunidad de leer) aunque nunca termine de acertar con las representaciones de animales (especialmente con la de los grandes protagonistas de Natacha y los dinosaurios siendo este hecho el único “pero” que puedo poner al conjunto, junto a la insoportable actitud de Walter pero eso es culpa del guionista). Para finalizar solo puedo decir, una vez más, que este tomo (puesto a la venta con la habitual tapa dura, papel mate de alto gramaje y un tamaño de 21×28 cms), el cual no conviene ser leído de una tacada (a pesar de lo liviano de su propuesta, es mejor evitar un empacho) que contienen las aventuras publicadas entre 1994 y 1998, es una combinación perfecta de humor, acción, enredos y aventuras que invitan a lectores de cualquier edad a pasar un buen rato de manera sencilla y amena dejándole con ganas de más.
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