Comic Review…por César del Campo de Acuña
Power Man y Puño de Hierro: Los chicos han vuelto de David F. Walker y Sanford Greene
Animado por lo mucho que me gusto ¡Cage! de Genndy Tartakovsky decidí hacerme con Power Man y Puño de Hierro: Los chicos han vuelto de David F. Walker y Sanford Greene. Sin contar con ninguna obra de los citados autores en mi biblioteca no sabía que esperar de este tebeo por lo que solo podía confiar en que al menos resultara entretenido. Afortunadamente el comic ha cumplido sobradamente con esa tarea gracias a una acertada combinación de acción, humor y nostalgia en un relato que existe con el único propósito de divertir al lector por medio de una buena historia de colegas (algo que Valiant está explotando a base de bien con las cabeceras Quantum y Woody y la de Archer & Armstrong) sin mirar a la continuidad/situación de los personajes protagonistas en este momento dentro del Universo Marvel a la vez que rescata y actualiza algunos villanos menores perdidos en las incontables páginas que La casa de las ideas edita cada año.
La trama nos lleva a un punto en el que Luke Cage y Danny Rand vuelven a reunirse para recoger a Jennie Royce, la antigua asistente de Héroes de Alquiler, tras su salida de la cárcel. Los dos héroes le preguntan qué pueden hacer por ella y esta les pide que le ayuden a recuperar una joya perteneciente a su abuela que está en manos de Lonnie “Lapida” Lincoln. Estos no dunda un segundo en ayudar a su antigua socia embarcándose en una aventura que les llevara a enfrentarse a la magia callejera, a encontrarse con viejos enemigos como Negra Mariah y a ver como Lapida pone precio a sus cabezas. A grandes pinceladas este es el argumento de la historia principal de Power Man y Puño de Hierro: Los chicos han vuelto. David F. Walker, compone un divertido relato en el que se muestra como Luke Cage, aparte de enfrentarse a los villanos, tiene que lidiar con las pocas ganas que tiene su mujer (Jessica Jones) de que este vuelva a formar equipo con Puño de Hierro mientras que este último, muy alejado de su vertiente más seria y mística, trata de volver a refundar Héroes de Alquiler.
Pero… ¿me ha gustado el modo de narrar de David F. Walker? Lo cierto es que sí. Nunca había leído nada firmado por él, pero tras enfrentarme a los cinco primeros números de esta nueva etapa de Power Man y Puño de Hierro me han entrado ganas de leer otros de sus comics y sobre todo de ver el documental que dirigió sobre la blaxploitation titulado Macked, Hammered, Slaughtered and Shafted de 2004. El guionista le imprime una velocidad a la historia extremadamente agradecida de leer desvistiendo la aventura de cualquier tipo de solemnidad gracias a un acercamiento a los personajes y a su mundo más liviano en comparación a las grandilocuencias a los que la Casa de las Ideas suele tener acostumbrado a sus lectores. Resulta tan ligero y divertido que recuerda enormemente a cuando los tebeos de superhéroes no se tomaban a sí mismos tan enserio y eso, en una época en la que prácticamente todos los personajes Marvel son una reivindicación en dos dimensiones es de agradecer.
Debo confesar que más allá del interés que ¡Cage! de Genndy Tartakovsky despertó en mi esta nueva etapa de Power Man y Puño de Hierro debo confesar que el otro motivo que me empujo a adquirir el primer tomo fue el sensacional trabajo a nivel grafico que hizo/hace Sanford Greene. Cuando buscaba algo de información, no una crítica, sobre esta nueva entrada en la biblioteca Héroes de Alquiler me topé con los dibujos de Greene y como había actualizado a algunos personajes. El ejemplo más claro es Negra Mariah que ha pasado, gracias al buen tino del artista, de ser Martin Lawrence en Esta abuela es un peligro a una versión XXXL de Lil Kim en el videoclip Can’t Hold Us Down. Otro buen ejemplo de esta pequeña revolución artística lo encontramos en Power Man, el cual pasa de ser un afroamericano corpulento con camiseta amarilla a un personaje que mezcla la presencia de Common con el físico de Terry Crews. Añadan que el estilo cartoon, pero rico en detalles, le sienta como un guante al texto.
Tampoco me puedo olvidar del estupendo trabajo realizado por Flavaiano Armentaro, el cual recoge el testigo de Greene en el quinto número de la colección. Del mismo modo que los dibujantes, los coloristas (Lee Loughride en los cuatro primeros números y John Rauch en el último) siguen una línea continuista llena de tonalidades cálidas y vibrantes que complementan a la perfección la acción. Tras leer todo esto pueden estar pensando que o me he emocionado demasiado con Power Man y Puño de Hierro: Los chicos han vuelto o que nos encontramos ante uno de los tebeos de la década. Ninguna de las dos es cierta. Valorando el comic por lo que es nos encontramos ante un entretenidísimo ejercicio de banalidad superheroica que retrotrae al lector a cuando las historietas solo tenían la finalidad, sin mayor pretensión, de divertir.
¿Hay algo que no me haya gustado? Bueno…la alarmante poca cantidad de texto por página es algo que lleva un tiempo molestándome en cuanto al comic superheroico pero es una cuita general que resulta especialmente sangrante en Marvel. Por otro lado, que quieran vender el comic por la existencia de un par de series, como se puede leer en la contraportada del tomo que recoge los cinco primeros números de la colección, es algo que tampoco me ha gustado. La legitimación de un gusto, o la justificación porque ahora existe material audiovisual para darle cierta importancia de cara a la galería resulta insultante. Dejemos a los cómics ser cómics. ¿Qué se hace una serie?… ¡estupendo! pero no por ese motivo se tiene que minusvalorar la fuente original. Dejando a un lado las inseguridades del fandom cierro recomendando, a todos aquellos que quieran pasar un buen rato con un tebeo, esta nueva cabecera de Héroes de Alquiler. Los chicos han vuelto, no sé si para quedarse, pero mientras estén aquí disfrutemos de su compañía todo lo que podamos.
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