Esta obra autobiográficanarra la triste infancia de su autor, David Small. Digo triste por que su madre parecía que le odiaba, su padre nunca estaba en casa,y David sufrió una grave enfermedad en la que nadie le dijo nada... Se quedó sin voz durante unos años y eso fue un trauma (y no me extraña). El autor nos lleva hasta sus años de niño con una sensibilidad y sinceridad alucinantes.
Parece que últimamente en el mundo del cómic está de moda recrear en novela gráfica la propia infancia, las vivencias traumáticas o los (diversos) conflictos interiores. Debe de ser como una especie de terapia para el autor en el que una vez dibujada y guionizada la historia se queda agusto consigo mismo.
Hay algún que otro simbolismo que me gusta, por ejemplo, Alicia, la del país de las maravillas tiene un papel importante pero casi megusta más el conejo que hace de su psicólogo y le reconduce por el buen camino.Es un cómic no apto para corazones sensibles.
El cómic nos ilustra cómo es una vida en la clandestinidad, manejando documentaciones falsas, sobreviviendo a las torturas, escondiéndose en los fríos pririneos... Miguel Nuñez tenía una alma luchadora hasta el final. Una vez instaurada la democracia en España, Miguel se volcó en otro tipo de solidaridad y se centró en las ayudas a los pueblos empobrecidos de América.
Esta obra recibió el Premio Nacional de cómic de Catalunya en el 2011.
Obra interesante de leer ya que además de la novela gráfica hay textos que nos ayudan a entender mejor el contexto histórico de Miguel Nuñez (yo no lo conocía).