A punto de volver a empezar curso -académico, profesional, personal y comiquero- cabe plantearse a modo de breve balance lo que el anterior 2011-2012 nos aportó en términos de tebeos bestsellers. Si las listas semanales que vamos publicando en La Línea Clara y Sigue al Conejo Blanco reflejan el top de ventas en España (y este si no es menor, como se reconoce en el post en el que se explica la metodología de la lista), y si este top nos explica algo de cómo funciona el mercado del tebeo en nuestro país, estamos en disposición de ofrecer algunas tendencias más o menos sólidas:
La crisis (maldita ella) vendeDos cómics se han mantenido entre los más vendidos durante muchas semanas, primero El Roto con su visión descarnada en Viñetas para una crisis, después Simiocracia, donde Aleix Saló nos ofrece la que sigue siendo, a mi juicio, la mejor explicación de lo que (nos) está pasando. Este segundo álbum se ha visto decididamente reforzado por un book tráiler excepcional, video viral por excelencia y que tiene vida propia en la red. Esto nos recuerda la segunda de las tendencias del año
El cómic, mejor combinado que soloEn términos estrictamente comerciales, las que mejor han funcionado son aquellas producciones que se engarzan con otros medios. La colección Los Muertos Vivientes y el primer álbum de Juego de Tronos han tenido éxito obviamente éxito porque se han visto arropadas por sus respectivas series televisivas (y en el caso de Tronos, también por las novelas de George RR Martin). Que el origen de la serie de TV de Muertos fuese, de hecho, el cómic, no debería llamarnos a engaño: el tirón empieza en la tele y, de paso, arrastra (bienvenido arrastre) al cómic. Algo parecido sucedió con Arrugas, de Paco Roca, otro bestseller del curso, en esta ocasión, con un impulso de origen cinematográfico.
De todo un poco (bueno, no tan poco)
Pero las listas semanales también se han visto bien alimentadas de producción estrictamente comiquera y fuera de los temas de radical actualidad. En diferentes momentos, material de muy diferentes tradición han ido poblando las listas: rarezas (imprescindibles), como La Ciudad, de Frans Masereel; clásicos indiscutibles como Maus, de Art Spiegelman; obras de calidad de valores sólidos, como Los Borgia de Milo Manara y Alejandro Jodorowsky; álbumes contemporáneos de narrativa canónica, como Soy de Pueblo, de Marta Rabadán o como Crónicas de Jerusalén, de Guy Delisle. Todo ello da fe de una variedad y amplitud tanto por parte de los lectores como de las editoriales.
Tomado en su conjunto, y si le sumamos unas cifras de ventas que, según evidencia oficial o más o menos anecdótica, están sufriendo una caída fuerte pero no un hundimiento, un panorama pasable. O, cómo comenté en sendos posts a modo de balance de hace unos meses: satisfactorio, que no es poco.
En fin, la semana que viene volverá ya el top de ventas semanales y, como siempre, estimado lector, lo encontrará tanto en La Línea Clara como en Sigue al Conejo Blanco. Veremos que nos depara el curso 2012-2013. A pesar de los pesares, apuesto que nos esperan muchas alegrías comiqueras. ¡Que empiece la rentrée!