En la vieja Pangea convivían dos clanes de arcosaurios: las avemetatarsalia (a los que pertenecen pterosaurios o dinosaurios) y los crurotarsi, es decir, los cocodrilos. En el triásico parecía que iban a imponerse estos últimos y, aunque finalmente lo hicieron los dinosaurios, consiguieron sobrevivir a la extinción finicretácica, lo que sólo igualaron los dinosaurios avianos. Eso sí, las especies crocodilianas actuales son mucho menos variadas de lo que fueron durante su apogeo. En el post de hoy intentaremos daros a conocer algunos de los más bizarros, con ayuda de las viñetas.
Pero el clásico del cómic dinosauriano donde hemos encontrado más cocodrilos es Turok, la serie del indio atrapado en un mundo perdido donde la supervivencia es la principal ocupación diaria. Entre otros episodios, los hemos encontrado en “Place of No Return” (1965), “The Monster from the Past” (1966), “Survive-Alone!” (1968), “Test of Manhood” (1975), “The Last Poison Arrow” (1976), “The False Ones” (1978), “The ‘Magic’ Weapon” (1981) y en el último número editado por Gold Key, el #130 (1982), en cuya portada podemos ver a un cocodrilo a punto de devorar a Andar.
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[1] Antiguamente, se agrupaba dentro de Mesosuchia, grupo parafilético que hoy ha caído en desuso.[2] En su ensayo de 1968 Los cómics, arte para el consumo y formas pop, Terenci Moix dice que en Cataluña se llamaba a los tebeos también “patufets”.[3] Realmente, Crocodylus es un género válido que incluye a algunas especies actuales de cocodrilos modernos y a algunas especies relacionadas con ellas desde el Mioceno hasta nuestros días, pero no a un antecesor mesozoico.