Según un estudio realizado por la Universidad de Leeds (Reino Unido), realizar comidas ocasionales en familia facilita que aumente el consumo de fruta en los niños, así como la ingesta de alimentos vegetales, alimentos que son necesarios para un correcto desarrollo. El estudio apunta además que el consumo por parte de los padres de los alimentos citados, facilita que los niños también quieran comerlos. La verdad, es un estudio que no hace más que certificar lo que ya sabemos, y de lo que se ha hablado en tantas ocasiones.
Es interesante recordar que la alimentación infantil necesita un modelo a seguir, de ahí que los padres que disfruten de una dieta más variada cargada de frutas y verduras, faciliten que los niños acepten de mejor grado estos alimentos. También hemos hablado de esta cuestión como parte de los hábitos para combatir la obesidad infantil, en definitiva, son muchos los ejemplos a citar previos a este estudio, pero lo que se pretende mostrar con éste que si los padres pusieran un poco de su parte, la alimentación de los niños mejoraría. Basta que se pueda comer en familia una o dos veces por semana para obtener resultados, al menos así lo concluye la investigación.
En el estudio se determina que el 63% de los niños no consumen las cinco porciones recomendadas por la OMS, los niños que habitualmente comen en familia consumen 125 gramos más (1’5 porciones) de frutas y verduras en comparación con los niños que no disfrutan de la comida familiar. Sin embargo, los que comen de forma ocasional (1 o 2 veces por semana) consumen 95 gramos (1’2 partes) más de estos alimentos que los que no comen en familia. Como demuestra el estudio, haciendo un esfuerzo para comer todos juntos mejoraría la alimentación infantil.
Los expertos apuntan que el actual ritmo de vida impide que toda la familia pueda sentarse en la mesa, el horario escolar, laboral, otras actividades y cuestiones, provocan como resultado una alimentación escalonada, es algo que no se puede evitar y menos sabiendo que no existe conciliación laboral y familiar. Por tanto, ante esta situación, se propone que los fines de semana todos los miembros familiares se sienten en la mesa, al menos se logrará mejorar algo la alimentación de los niños.
Otro punto que destaca el estudio que hemos conocido en Science Daily, cortar la fruta a los niños permite incrementar la media del consumo en la mitad de una porción (40 gramos), en comparación con los niños de padres que no les pelan o trocean las frutas. Seguramente coincidiremos todos en que estos son datos que ya conocemos muchos por experiencia propia, pero como hemos indicado, ahora estos hechos se documentan científicamente. Este es sólo unos de los beneficios, comer en familia con los niños mejora la relación social, crea un ambiente más agradable y además se logra modelar la conducta y buenos modales de los niños, por otro lado se reduce el riesgo de sufrir sobrepeso u obesidad.
Para realizar esta investigación se tomaron datos de 2.389 niños de 52 escuelas primarias pertenecientes a diferentes ciudades, para conocer la dieta se utilizaron cuestionarios que preguntaban sobre la comida escolar y la comida familiar, en este último caso se preguntaba sobre la actitud de los padres con las frutas y verduras, el promedio de consumo, si cortaban las frutas para facilitar que los niños las consumirán, cuántas veces se comía en el hogar en familia, etc. Es evidente que la implicación de los padres es uno de los pilares fundamentales para mejorar la dieta infantil, si por motivos laborales no se puede comer en familia, hay que procurar realizar comidas familiares y aprovechar esos momentos para mejorar la alimentación de los niños.
Podeis conocer todos los detalles de la investigación a través de la publicación científica Journal of Epidemiology & Community Healt.
Foto | Sanutri
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Comidas ocasionales en familia aumentan el consumo de fruta en los niños