El fascismo no nace repentinamente, se incuba y necesita un tiempo de maduración y consolidación. Surge en tiempos de enorme crisis económica, que provoca una grave crisis política en la que se produce, ‘la ruptura del vínculo representantes-representados, esta ruptura progresiva afectó ante todo a la relación de representación… una ruptura entre los representantes políticos –partidos y personal políticos- de la burguesía y sus representantes’… produce la duplicación institucional de esos partidos por una serie de redes paralelas, funcionando como correas de transmisión de poder y de las decisiones…como núcleos de reorganización política, hasta la instalación de verdaderas redes paralelas… escribe Nicos Poulantzas en ‘Fascismo y dictadura’, Siglo XXI, 1971-1973.
Desafección política e insatisfacción con el funcionamiento de la democracia en Cataluña, se detectaron como problemas desde los inicios del nuevo siglo y propiciaron varios estudios desde la Generalitat, específicamente el publicado en la Serie Monografías, ‘Elementos y significados del malestar con la política en Catalunya’. Dice dicho estudio ‘Las conclusiones del estudio sugieren que, aunque la política y la democracia pueden coexistir e incluso alcanzar importantes grados de estabilidad con altos niveles de insatisfacción entre sus ciudadanos, ni su legitimidad ni el sentido interno de autoridad que los ciudadanos proyectan sobre la democracia debería darse por descontado. Algunos de los rasgos del discurso público de la ciudadanía evocan, por el contrario, significativas lesiones de confianza en la relación entre representantes y representados.’
Es con la explosión de la crisis económica y política tras 2008, cuando aparecen firmemente sus resultados, crisis de representación en las instituciones y los partidos, son tiempos del no nos representan del 15-M, destrozo de partidos clásicos y sus líderes por la corrupción que obliga a disolverlos y crear otros, la crisis de representación política no suprime los partidos, pero sitúa en primera fila redes paralelas que funcionan como correas de transmisión y de poder, tal como señalaba Poulantzas, agrupaciones, organismos, y múltiples formatos catalanistas tipo ANC, Ómnium, AMI, etc. que generan, impulsan, deciden, y dirigen el movimiento por la independencia.
Poulantzas diferencia entre los comienzos del proceso de fascistización y los orígenes del fascismo, -además hace hincapié en su distinta actuación desde los poderes del estado una vez conquistados-. Los comienzos no están marcadospor el nacimiento de las organizaciones fascistas, las cuales, aunque existieran no serían visiblemente significativas, esas organizaciones pueden existir durante tiempo sin ser relevantes y tomarían fuerza posteriormente, tras los enfrentamientos producidos durante el tiempo de crisis. El proceso de fascistización es el caldo de cultivo fascistoide que se va introduciendo en ‘las masas’, las cuales ya aparecen como fuerza de cambio y van adoptando ideas de desprecio por la democracia ysus leyes que no les resuelven sus penurias, van interiorizando comportamientos hacia otros seres humanos, sobre todo los extranjeros, a los que responsabilizan de su miserable situación y los ven como amenaza, se extiende la desconfianza hacia los partidos y sus representantes políticos,… son momentos de luchas internas entre los bloques de poder en cada país, sin que una opción domine claramente a las otras imponiendo su hegemonía durante este proceso de crisis de representación de partido… llegado un punto de no retorno en el que el fenómeno fascista ya es difícilmente evitable y éste ocupa el poder entre partidos y el poder de los aparatos del estado.
En Cataluña –y en el conjunto de España- como consecuencia de la crisis económica se ha producido un empeoramiento de las condiciones de vida, agravada la percepción al venir de la etapa de bonanza de años anteriores, ha provocado la destrucción de expectativas sobre el futuro, el cierre de negocios, el aumento del paro, la precarización y los desahucios, caída de actividad económica, aumento de deudas, reducción del estado de bienestar, mientras ha crecido el miedo y la sensación de desamparo. La globalización y la crisis ha provocado una reducción de las clases medias en Occidente, y aumento en los países emergentes,… al tiempo que la corrupción aumentaba, su percepción ascendió verticalmente, crecía la desafección con la política y la pérdida de confianza hacia los partidos y los representantes políticos, hasta situarlos como uno de los grandes problemas en todas las encuestas del servicio de estadísticas del CEO (Generalitat). En esta situación aparecen grandes movilizaciones del 15-M con especial fuerza en Cataluña, territorio en donde fueron aplicadas las medidas de austeridad antes que en ninguna otra parte de España.
Los datos facilitados por el CEO, la Generalitat, sobre la percepción que tenían los catalanes sobre cuáles eran sus principales problemas no dejan lugar a dudas, el paro, la precariedad laboral, el funcionamiento de la economía, y un alto grado de insatisfacción con la política manifestado en repetidos estudios… por debajo figura las relaciones Catalunya-Espanya, aspecto que no necesariamente indica en la totalidad de su grupo de opinantes una preferencia por la secesión. Salvando las distancias con el pasado fascista, el caldo de cultivo en Cataluña, España, Europa, en esta crisis económica y política, era el más fácilmente comparable al pasado de entre los últimos cien años, propicio para el ascenso de populismos, nacionalismos, y xenofobia, en el que volver la mirada al pasado buscando salidas en antiguas glorias nacionales que enfrentar a los enemigos externos causantes de las penurias actuales. Los independentistas de toda la vida y los sobrevenidos del catalanismo tradicional aprovecharon la oportunidad para redirigir la indignación hacia sueños míticos como la autodeterminación, buscando salidas fuera de los movimientos sociales existentes, así El secesionismo barre los movimientos socialesy el movimiento por la independencia da un salto perdiendo lo concreto de las reivindicaciones para abrazar la mística nacionalista, los independentistas tomaron la fuerza de la indignación para arrojarla contra un enemigo externo, lo español, al que se culpa de todos los males que sufren en la actualidad o hayan padecido en el pasado, reconvirtiendo las luchas hacia la solución de todo para todos, en la independencia.