El caso es que desde que el grupo valenciano desapareció, siempre intenté encontrar ecos de ellos cuando algún integrante colaboraba en algún proyecto o bien, como este caso, formaban otra banda.
Aquí estaban J.L. Macías y Remí Carreres, teclista y bajista respectivamente.
También estaban Carlos Goñi y Lino Oviaño.
Esto ya me importaba menos. Carlos Goñi ya sabeis que después tuvo mucho éxito con Revolver y también en solitario.
A mí personalmente nunca me gustó, pero bueno ahí está el dato.
Dulces horas fue su disco de debut que salió en el año 85. Un buen tema con fuerza y garra que dejaba buen sabor de boca.
Eso si ni rastro del sonido Glamour, salvo en algún momento que aparecen los teclados de Macías.
Con los años te das cuenta que era un tontería esa búsqueda del sonido Glamour por mi parte, pues sólo ellos cinco hicieron posible ese sonido, nunca por separado.
Además supongo que ni ellos querían volver a hacerlo.
En fin, un buen comienzo que nos deparó más buenos temas.