La cannabis, reconocida por ser una de las drogas medicinales y recreaciones de mayor popularidad y accesibilidad en el mundo, es también una de las sustancias más polémicas en las situaciones políticas de diferentes países. Es verdad que el debate de su legalización continúa vigente en varias partes del mundo, y que en aquellos sitios en donde se ha normalizado su uso terapéutico existe una tendencia evidente al mejoramiento tanto del sistema cardíaco como nervioso de los individuos, así como una disminución en la experiencia del dolor físico y la presencia de episodios epilépticos, y también, una merma de actos violentos en casos específicos, entre otros efectos. Sin embargo, ahora el mundo científico se muestra altamente interesado en analizar los efectos de la mariguana sobre la experiencia sexual; principalmente sobre las erecciones, el conteo de espermas, los orgasmos y el deseo. ¿Qué han descubierto hasta ahora los grupos de investigación?
Por un lado, de acuerdo con un artículo publicado en el American Journal of Epidemiology (vol. 182, 2015) y realizado por la Universidad de Oxford, en donde un grupo de mil 215 hombres daneses consumieron mariguana durante 3 meses, se observó que aquellos que consumen altos niveles de esta droga recreacional poseen no sólo bajos niveles de esperma, sino también una calidad significativamente devaluada. Los resultados mostraron que este fenómeno sucedía en un 29% de los hombres que consumían significativamente la droga, y que incluso el número aumentaba cuando se agregaban otros tipos de drogas.
Por otro lado, y no obstante, un estudio publicado en Science Daily (2016) y realizado por la Federation of American Societies for Experimental Biology, demostró que el receptor llamado cannabinoide –CB2– ayuda a regular la formación de esperma: “No sólo surge una mayor evidencia que la mariguana puede interrumpir la fertilidad en los hombres, también se sugiere una estrategia terapéutica para el tratamiento de la infertilidad masculina”. De modo que se trata, asimismo, de una alternativa viable para el entendimiento de la fertilidad y el conteo de espermas.
En cuanto al tema de las erecciones, los científicos han encontrado resultados contradictorios: en estudios realizados in vitro en animales se ha hallado una correlación negativa entre el consumo de cannabis y el funcionamiento de la piel eréctil. Aunque otras investigaciones han señalado que la mariguana posee la habilidad de promover el relajamiento muscular y, por lo tanto, ayuda a mejorar la circulación sanguínea, lo cual provoca una alta incidencia de erecciones saludables. Desgraciadamente, aún no hay suficiente evidencia científica para utilizar esta droga como tratamiento para la disfunción eréctil.
Y finalmente sobre el tema del deseo sexual, en un estudio realizado en Canadá se observó que apenas el 50% de los participantes reportó un incremento en el deseo sexual, la sensibilidad tactilar y la intensidad de la práctica sexual después de haber consumido mariguana. En otra investigación similar, esta vez llevada a cabo por Richard Balon en la ciudad de Kansas, se demostró la presencia del efecto afrodisíaco de la cannabis siempre y cuando su consumo no sea en dosis altas:
Los efectos de la cannabis en la sexualidad humana se han reconocido a lo largo del los siglos y explorado durante décadas. El efecto afrodisíaco del uso de cannabis se ha promovido frecuentemente, mientras que el efecto negativo de su uso crónico, especialmente en dosis más altas, se ha reconocido y apreciado. El mecanismo del efecto de la cannabis en el funcionamiento sexual no se ha entendido del todo, pese a que los resultados de algunos estudios sugieren una explicación endocrinológica controversial y posible, tal como la disminución de los niveles de testosterona.
En conclusión, en bajas dosis, la cannabis puede incrementar el deseo sexual; sin embargo, a la larga y con dosis significativamente mayores, puede ocasionar una baja en la calidad del esperma y su conteo en general, así como en las futuras erecciones.
Fuente: pijamasurf