Seguro que, si en alguna ocasión has utilizado reductores corporales anticelulíticos, has tenido en tu piel una sensación de ardor, picor o quemazón en las zonas donde lo has aplicado, incluso quizá se te ha puesto toda la piel roja y te has asustado en las primeras aplicaciones. A mí me ha pasado, y eso es porque tengo la piel muy sensible. Una piel sensible se caracteriza por ser fina, delicada y blanca, suele ser seca, sus vasos sanguíneos son más reactivos, la textura no es uniforme y tiene tendencia a manchas y a envejecimiento prematuro. Las sensaciones que puede provocar son variadas, pero destacan el picor, malestar, quemazón, escozor, rojeces, hinchazón, sarpullidos o tirantez. Para cuidar la piel sensible, tenemos que tener muy en cuenta los productos que aplicamos en ella, intentando que sean lo menos agresivos posible, utilizando jabones con un pH adecuado y productos sin perfumes, ya que se puede dañar el manto lipídico de la barrera protectora. En los últimos años, los cosméticos para pieles sensibles han aumentado su presencia, ya que cada vez hay más demanda de este tipo de productos relacionados con problemas cutáneos comunes. Un buen tratamiento para pieles sensibles debe cumplir dos […]