Como agua para chocolate - de laura esquivel

Publicado el 17 enero 2011 por Carlosdeza

Cada uno de los doce capítulos de esta deliciosa historia de amor situada en México lleva el nombre de un mes y se inicia con una receta. La combinación de ingredientes produce un libro tan terrenal y tan lleno de sabor como la cocina que describe.
Las recetas se convierten así en un elemento tan fundamental de la novela como lo es la comida en nuestra vida cotidiana. Como Agua para Chocolate cuenta la historia de Tita, la hija menor de la familia De la Garza, integrada exclusivamente por mujeres.
La matriarca, Mamá Elena le ha prohibido a Tita contraer matrimonio de acuerdo con una tradición mexicana que establece que la hija menor debe cuidar de su madre hasta que esta muera.
Inevitablemente Tita se enamora de Pedro, quien decide casarse con la fea Rosaura, la hermana mayor, para así poder estar al menos cerca de su verdadero amor. La boda marca el inicio de un largo conflicto de veintidós años, llenos de pasión, engaños, furia y amor, durante el cual los dos amantes se ven obligados a moverse muy cerca el uno del otro sin consumar su pasión.
Como jefa de cocina en el rancho familiar, Tita cocina platos que están impregnados de sus sentimientos de amor y de anhelo y que afectan a todo aquel que los prueba e incluso, en último término, al desenlace de la historia.
El telón de fondo culinario de esta historia de amor incluye apetitosas recetas de pastel nupcial, codornices en pétalos de rosas, y chiles en nogada, que, además de abrir el apetito, constituyen una descripción metafórica de cada personaje.
El final de la novela es dramático y fantastico. Tita y Pedro, luego de muchos años, llegan en un momento a estar solos y en esta soledad, logran consumar su amor de una manera tan excitante que Pedro muere en los brazos de su amada.
Tita, totalmente desvastada, siente que la invade el frío que sintió permanentemente desde la boda de Pedro con su hermana Rosaura, por lo que se cubre con la cobija que viene tejiendo durante años y que es tan grande que llega a cubrir todo el rancho, y empieza a comer cerillos mientras piensa en los momentos más intensos vividos con Pedro.
Ahogada en la pena, Tita se irá apagando hasta morir y en ese momento, de su cuerpo empieza a salir fuego que se extiende por la cobija que la cubría y termina quemando todo el rancho. 
Al combinar las recetas con esta historia romántica de final fantástico, la novela adquiere un sabor peculiar e inconfundible, que resulta al mismo tiempo vibrante y sensual, divertido y apasionado, agridulce y delicioso.
Como ocurre con el chocolate y la rosca de reyes de Tita, resulta difícil resistirse a esta convincente y original historia.