Cómo analizar tu excremento

Por Borradelblog

Defecar es una parte importante en la vida de todas las personas, pero por lo general la gente evita hablar de ello para no avergonzarse y evitar situaciones incomodas. Aunque hablar de excremento o de defecar es divertido, también tiene una funciona muy importante para tu salud. Tus heces son una fuente importante de información sobre la salud de tu cuerpo y sobre todo de tu sistema digestivo. Puede parecer antihigiénico ponerte a examinar tus heces después de defecar, pero es un pequeño precio que tenemos que pagar si queremos obtener información que puede salvarnos o prevenir alguna enfermedad.

1Determina las veces que vas a defecar. Una persona con un sistema digestivo saludable elimina heces de 1 a 3 veces al día. Muchas personas piensan que lo más normal es ir a defecar de 2 a 4 veces por semana, pero están mal, esto puede ser señal de estreñimiento; sin embargo, ten cuidado si vas mas de 3 veces al día ya que puedes tener algo de diarrea.

2Estudia el color de tus heces. El color ideal del excremento para un intestino saludable es entre café claro y oscuro. Si tus heces son de color negro, posiblemente tengas un sangrado en el sistema digestivo. Si son de color pálido, gris o amarillo es una señal de problemas en el hígado o la vesícula biliar.
Ten en cuenta que el color de tus heces puede variar por tu alimentación. Algunos alimentos pueden hacer que el excremento se vea pálido o de colores más oscuros; si no puedes determinar si el color de las heces cambia por tu alimentación, entonces visita al médico lo más pronto posible.
3Estudia la forma de tus heces. Si tus heces tiene forma de plátano, es señal de que estas saludable. Pero si tus heces son muy delgadas, significa que tienes un problema en el conducto de evacuación (recto).
4Estudia el grosor de tus heces. Un sistema digestivo saludable, va a producir heces pequeñas que van a salir sin problema y sin hacerte daño. Si tu excremento es muy largo y te duele cuando evacuas, puedes ser que seas intolerante a la lactosa y otros productos derivados (como quesos).
5Estudia la longitud de tus heces. Si tu excremento es pequeño y en bolitas, puede ser un problema con el hígado o vesícula biliar. En algunos casos hacer heces pequeñas puede significar una falta en de enzimas en el tracto digestivo. No te preocupes si el tamaño de tus heces es más grande de lo normal, mientras no te cause molestias todo esta bien.
6Estudia la consistencia de tus heces. Un sistema digestivo saludable va a hacer heces firmes y bien formadas. Si tu excremento es muy liquido o aguado, puede significar que tengas una infección o bacteria en sistema digestivo. Si tus heces son muy duras, significa que estas estreñido.
Si llegas a defecar y notas que tus heces son muy liquidas, con grasa y rastros de comida y que dejaste una capa de excremento en toda la taza, significa que no estas absorbiendo los nutrientes de los alimentos y que tienes inflamado el páncreas.
7Determina el olor de tus heces. Sabemos que oler tu excremento no es algo muy placentero, pero si tienes un sistema digestivo saludable el olor de tu excremento no será un problema. Si tus heces tiene un olor muy fuerte puede significar que tengas una toxina en el sistema digestivo o es el resultado de una dieta nada nutritiva.
Si tienes síntomas de diarrea, tus heces tienen mal olor y duras más de dos días con los síntomas, visita al médico inmediatamente.

Haz uso de todos tus sentidos al momento de analizar tu excremento. Desde el olfato para el olor del excremento, hasta el auditivo para calcular la densidad del excremento al caer al agua.
Usa unos guantes de látex para agarrar el excremento y analizarlo. Mete un poco de excremento en un recipiente, en caso de que necesites llevarle una muestra al médico. Es bueno que tomes mucha agua (te mantiene hidratado) para mejorar la consistencia de tus heces.

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