Cómo aprendí Inglés siendo autodidacta: mi experiencia y algunos consejos

Publicado el 19 febrero 2018 por Carlosgu82

Lo que vas a leer a continuación no es un manual, mucho menos instrucciones, sobre cómo aprender un idioma nuevo. Es tan solo mi experiencia  y algunos consejos que espero puedan ayudar a todo aquél que se haya planteado este lindo (y a veces sinuoso) objetivo.

En mi caso con el inglés y un poco del francés que pude aprender, fui adquiriendo ciertos tips o rutinas de estudio que hicieron del primer contacto con la lengua una tarea mucho más amena y, en ocasiones, divertida.

Rodéate del idioma

Es normal que cuando te hayas decidido a dar el paso para aprender un nuevo idioma, lo limites a las horas de estudio que tienes en clase o a las tareas de la casa; pero tanto en este caso como en el del autodidacta, tan solo un par de horas designadas a la semana no bastan.

Para mí, integrar el inglés a mi vida cotidiana fue el primer cambio que me dio resultado. Empecé a escuchar música norteamericana, con un acento más abierto y comprensible que el británico, a mirar películas y series (de eso ya hablaremos después) y a leer y releer cualquier tipo de texto, pagina web o publicidad con la que me topara. Echar un vistazo al diccionario también ayuda, el simple hecho de buscar una palabra cuya traducción te intriga o causa curiosidad, hará que se fije inmediatamente en tu memoria visual. Actualmente existen aplicaciones que te sugieren un significado nuevo al día, con pronunciación y fonética, como también un contexto posible en el que podrías usarlo.

¡No descartes nada!

Amígate con el idioma

Es incluso más normal que al empezar tengas ciertos prejuicios con la lengua en cuestión. Puede que la consideres más una obligación (laboral, personal, social) que una elección por gusto. Si ése es el caso: amígate con el idioma. Muchas veces vas a enfrentarte a situaciones adversas en las que simplemente rehuir no es una opción. Si necesitas aprender inglés por alguna de estas razones, o siempre has “sufrido” intentándolo en el colegio y/o por tu cuenta, entonces tienes que buscar métodos más intuitivos que contribuyan a no verlo más como una tarea sino como una posibilidad.

Si tienes acceso a los audios de un libro, puedes escucharlos mientras conduces o haces otra cosa que no acapare por completo tu atención. Oye cómo las pronunciaciones cambian de una región a otra, y las expresiones curiosas que los hablantes usan y que en tu idioma no tendrían traducción.

Mirar videos de nativos en Youtube también ayuda a fijar y familiarizarte aun más con algo tan simple como las voces. El género es variado: puedes ir desde tutoriales de maquillaje, recetas de cocina hasta vlogs de viajeros o turistas.

Disfruta el idioma

Uno de los errores más comunes es buscar cualquier momento de tu tiempo libre para intentar “desconectarte” de lo que estés aprendiendo. Acciones simples (y a veces fortuitas) como evitar escuchar cierto tipo de música o preferir doblar una película al castellano en vez de utilizar los subtítulos, tan solo hará que esta transición fluida que buscamos se rompa y cada vez que retomes sea casi como hacer borrón y cuenta nueva. Al momento de dedicarme otra vez a ello, me ha sido más fácil si he continuado ambientada en el idioma, aprendiendo nuevas palabras, ralentizando el audio para escuchar mejor, o tan solo repetir lo que un personaje ha dicho. Haciendo esto también adquieres un poco más de soltura para hipotéticas situaciones de diálogo en las que implementar estas frases o palabras con entonación puede salvarte de un apuro.

Con esto no estoy apremiando a relegar tu idioma natal, tan solo animándote a que ya no te figures esa separación entre ocio/estudio que muchas veces tiende a demonizar y a enfrentarnos con la nueva lengua. Siempre que dispongas de ganas y más tiempo de seguir aprendiendo, hasta tus ratos libres te enseñarán algo valioso y productivo.

Por último, anímate. De nada te servirá lo que hayas leído o proyectado si no te lanzas a dar el primer paso. Ya sea en la educación formal o como autodidacta, plantearse el objetivo de aprender un nuevo idioma es casi tan clave como decidirte a hacerlo. Mantén tus metas realistas y ve a tu propio tiempo.

Ahora tú, ¿cuál agregarías?