El comercio social, Google Analitycs, mayor competencia en comercio electrónico, Facebook como única página web de muchas empresas, los juegos sociales, la televisión convertida en el centro del ocio multimedia, y la pérdida de importancia de la marca serán las principales tendencias que nos deparará la Red en 2011.
Una de las más repetidas es el comercio social. Se trata de páginas webs especializadas en ofrecer descuentos de hasta el 70% u 80% (Groupon, Groupalia, Offerum, LetsBonus, etc), y de tiendas digitales que ofrecen productos con gran descuento (BuyVip o Mequedouno). Estas últimas aprovechan los stocks sobrantes de las grandes cadenas para venderlos a precio de coste, y las primeras basan su estrategia en el volumen de compradores. Es decir, si se apunta un determinado número de personas a esas ofertas, el descuento en el restaurante o tienda se hace efectivo. “Hasta ahora nunca hemos dejado una oferta sin cubrir”, explican en LetsBonus. Esta tendencia crecerá en 2011 y es especialmente aprovechable para todos los negocios que quieran atraer público. Quizá ganen menos dinero con cada uno de ellos, pero eso es bastante mejor que tener el local vacío. De eso saben mucho en PortAventura que no dudan en lanzar ofertas a través del comercio social con vistas a cubrir los periodos de tiempo de menos asiduidad al parque.
Otra tendencia que se observa es el aumento de competencia en las tiendas de comercio electrónico que pondrá en peligro a los líderes tradicionales como Amazon. “Cada vez hay más estudiantes chinos e indios en universidades americanas. Ellos serán los que crearán empresas de e-commerce más competitivas, con precios perfectos para una economía en desaceleración”, explica Lina Jerves de la consultora Multiplica. ¿Cómo se puede aprovechar esta tendencia? Sin duda, todo pasará por mejorar y prestar más atención al comercio electrónico. Ya no bastará con estar presente sino que podría ser el mejor canal de venta del futuro. El ejemplo perfecto es la página de compras de Zara en Internet, convertida en su mejor tienda al tercer mes de vida.
Pero si hay algo que es obligatorio aprovechar del mundo digital eso es sin duda las redes sociales. Para empezar las fanpages cobrarán tanta importancia o más que las webs corporativas, originando que haya empresas que sólo existan en Facebook. Además del escaparate estático se pasará a la posibilidad de ofrecer un flujo de productos y ofertas que se moverán en tiempo real. ¿Se imagina poder hacer las compras a través de la red social? Pues deje de imaginarlo, ya es una realidad que se debe aprovechar.
Relacionado con las redes sociales está el auge de los juegos sociales que, de mero entretenimiento para masas, se convertirán en una vía importante de relación entre compañías y clientes, lo que repercutirá en la imagen de marca y en las ventas. Buena prueba de ello son las continuas aplicaciones que se generan en empresas punteras en este campo como Coca-Cola.
Polémica y mal vista en determinados países, la herramienta Google Analitycs también ofrecerá ventajas aprovechables para los negocios. La más interesante es la incorporación de estadísticas de reputación, vínculos y actividades en las redes sociales. Gracias a esta innovación, las empresas podrán proponer productos y servicios, tanto offline como online, según el comportamiento específico de los usuarios.
Todas estas tendencias de origen social también revolucionarán y obligarán a adaptarse a los departamentos de marketing. La marca perderá importancia y las estrategias irán enfocadas a crear experiencias satisfactorias para el cliente. Como ejemplo están los bancos que, se centran en desarrollar aplicaciones financieras centradas en cada usuario, convertido en el portavoz de la empresa.
Si después de lo visto hasta ahora sigue pensando que todos estos cambios sólo serán entendidos por los internautas, quizá le convenga saber que la televisión volverá a ser el centro de la casa. La integración de Internet en la televisión ha provocado que ésta sea la plataforma preferida para los juegos y el ocio de los usuarios. Toca ponerse al día.
Fuente: Capital