Los bancos arena suelen formarse en los caminos en las zonas bajas, donde se han acumulado las lluvias durante el invierno y la primavera. Cuando llega el verano, esas zonas se transforman en arenosas, y pueden resultar complicadas atraversarlas con la bicicleta de montaña.
Vamos a ver unos sencillos consejos para poder atraversarlos sin dificultad.
Es importante llevar el cuerpo en una posición equilibrada, sin echarlo hacia adelante. En el caso de que echemos demasiado peso hacia adelante es probable que la bicicleta al entrar en el banco de arena clave la rueda delantera y nos tengamos que bajar de la bicicleta porque ésta se pare de golpe.
Agarre del manillar
En estas situaciones hay que agarrar el manillar con firmeza ya que en caso contrario la rueda delantera se volverá totalmente loca y podemos perder el control de la bicicleta, llegando incluso a caernos.
Inercia
Si el banco no es demasiado largo y llevamos una buena velocidad antes de entrar en él no es recomendable frenar antes de entrar, ya que la propia arena lo hará. Si no es muy largo la propia inercia nos ayudará a superarlo incluso sin tener que llegar a dar pedales. Para ello colocaremos el cuerpo llevando el peso ligeramente hacia atrás, sujetaremos con firmeza el manillar y llevaremos los pedales en horizontal, a la misma altura.
Si el banco de arena es demasiado grande y no queda más remedio que pedalear dentro de él deberemos subir dos o tres piñones para poder superarlo.
Si vamos con un desarrollo demasiado largo nos quedaremos atrancados y es probable que no tengamos la fuerza suficiente para poder superarlo.
Por el contrario, si el desarrollo que ponemos es demasiado corto y tiramos mucho de fuerza es posible que la rueda trasera comienza a escarbar en la arena y no avancemos.
Por lo tanto habrá que llevar un desarrollo intermedio que nos permita llevar una cadencia adecuada y controlemos bien la velocidad.