El único cuidado que hay que tener es saber cuándo hay que restar mi probabilidad o cuándo hay que sumarla. Si he jugado con un rival superior, mi probabilidad de vencer será inferior al 50%, por lo que habrá que restar. Sumar, en caso contrario. Por otro lado, más allá de los cuatrocientos puntos se supone que la probabilidad de vencer es nula. La Fide ha resuelto esta paradoja estipulando que para esos casos la probabilidad sea de un 8 %. Por otro lado, si son varios los jugadores con los que he jugado, podemos calcular individualmente nuestra variación de Elo o colectivamente haciendo la media de los rivales y tomándolos como un único jugador con el que hubiéramos jugado varios encuentros.
Así, si he jugado con cinco rivales y mi probabilidad de vencer era del 64%, entonces debería haber obtenido 3, 20 puntos (que surge de multiplicar 64 x 5 y luego dividir entre 100). Si sólo he hecho dos tristes puntos, entonces 2-3,20= -1,20, que, multiplicado por K=15, da el resultado de -18.
Nota bene: Si observamos alguna diferencia entre nuestros cálculos y los que proporcionan algunos servicios (como el de la FIDE), ello es debido a que aquí hemos optado por una función lineal para determinar la probabilidad y no una logarítmica, que es la que se usa. Perdónesenos el atrevimiento, pero es que queríamos dormir y no desvelarnos.
Francisco J. Fernández