Ahora que hemos hecho la migración completa de nuestra página web y la tenemos alojada en un nuevo dominio, debemos prestar atención a algunas cosas más para evitar que se pierda el trabajo realizado desde hace tiempo con respecto al ranking que ocupamos en la red. Ya hemos hecho algo utilizando el redireccionamiento, especialmente si hemos hecho un redireccionamiento 301, que transfiere la autoridad del sitio antiguo al nuevo, pero tenemos que seguir trabajando con ello.
Utilizar la herramienta de cambio de direcciones de Google Webmaster Tools
Pensando claramente en el posicionamiento en Google, que es hasta cierto grado el que más nos interesa por razones evidentes, tenemos que acceder a la página de herramientas para webmasters y registrar tanto el sitio antiguo (si no lo teníamos ya registrado) como el nuevo.
Una vez que tenemos ambos en la herramienta, le indicamos a Google que la web antigua se ha transferido a la nueva. El cambio trabaja en el nivel del sitio por completo, de modo que le permite comprender a Google que se ha transferido todo el dominio por completo, y no solamente algunas páginas sueltas.
Actualización de Backlinks
Aunque se supone que un redireccionamiento 301 se encarga de pasar la mayor parte de los datos de autoridad de un dominio a otro, es muy recomendable actualizar los backlinks, en especial los que tienen mayor relevancia, que apuntan a nuestra web antigua y crear enlaces directos al nuevo dominio.
Es evidente, sobre todo si tenemos miles de enlaces que se dirigen a nuestra web, que no nos podemos poner en contacto con todos los que nos han enlazado, pero debemos analizar cuáles son los que nos dan mayor fuerza y pedirles que cambien la dirección del enlace al nuevo sitio para que al cambiar de nombre de dominio continuemos manteniendo una buena calidad de enlaces que potencien nuestro SEO.
Para encontrar los enlaces que más valor le aportan a nuestra página podemos utilizar alguna herramienta como SEO PowerSuite que nos indica cuáles son los enlaces de retroceso que mayor autoridad nos confieren y decidir cuáles son los que nos interesa trabajar directamente desde el contacto con el webmaster.
Ser paciente y seguir trabajando
Cambiar de nombre de dominio es uno de los cambios más trascendentales que podemos hacer para nuestra página web. Hay que ser muy pacientes y asegurarnos de que estamos haciendo todas las comprobaciones necesarias antes de transferir todo el contenido de una web a otra.
También debemos estar atentos de que los dominios antiguos se renuevan con regularidad y no perdemos su propiedad, pues si estos expiran podríamos perder mucho, y como no los utilizamos con frecuencia es fácil que se nos olvide que tenemos que seguir manteniéndolos activos. De este modo no perderemos nada del tráfico o la autoridad que viene de los backlinks de los dominios anteriores.
Además, tenemos que continuar trabajando con el redireccionamiento para que este continúe funcionando y no caduque. En el caso de un redireccionamiento 301, debemos hacer la actualización de manera regular para que este siga funcionando.
Algunos consejos finales al cambiar de nombre de dominio
Antes de dar por terminado este pequeño curso sobre cómo transferir una página web completa a un nuevo dominio, es importante dejar algunos asuntos muy claros:
- Lo mejor es procurar desde el principio el nombre adecuado para nuestro dominio. Si seleccionamos con cuidado el nombre de nuestro sitio web, no tendremos que realizar ningún cambio posterior, por lo que todo el trabajo que estemos haciendo será más efectivo que si nos damos cuenta de que necesitamos un nombre nuevo que funcione mejor, incluso aunque se trate de un dominio con más antigüedad.
- En el caso de que queramos cambiar nuestro dominio a otro porque hayamos sido penalizados, tenemos que andar con sumo cuidado para evitar que lo que nos llevó a este estado se venga con nosotros. Si no podemos hacer borrón y cuenta nueva, hay que ser muy cuidadosos para tener un nuevo sitio completamente limpio.
- También en este sentido necesitamos tener la certeza de que el dominio que hemos elegido, en caso de que sea un nombre que se ha utilizado con anterioridad, no está penalizado. A menudo se dan casos de nombres de dominio con mucho gancho que llaman la atención, pero que al rascar un poco en la historia de estos los podríamos considerar como “dominios malditos” porque los buscadores los tienen fichados.
Si se siguen de cerca todos los pasos que hemos indicado y probamos la actualización en profundidad, conseguiremos minimizar las pérdidas de tráfico y el posicionamiento natural. Pero seguimos recordando que no se debe cambiar jamás el nombre de un dominio a no ser que haya una razón poderosa para ello.