Leer | DEUTERONOMIO 1.42- 44 | Un silbato puede captar nuestra atención rápidamente, ¿no le parece? Su sonido se utiliza para controlar el comportamiento indisciplinado, indicar el comienzo o el final de un evento, o interrumpir la acción. Cuando es utilizado por un policía en la calle, por un maestro en un patio de recreo, o por el árbitro en un juego, el silbato es una señal que nos dice que debemos detenernos para saber la razón de su silbido.
¿Qué usa el Señor para captar nuestra atención? A veces, su herramienta es un espíritu inquieto, que puede parecer una vaga insatisfacción con la vida. Otras veces, Él usa las palabras de una persona para ayudarnos a reconocer que Él nos está hablando. Bendecirnos de una manera poco común es otro método que Él emplea (Ro 2.4). En cada caso, debemos detenernos y preguntarle: “Señor, ¿estás tratando de decirme algo?”
Dios permite, a veces, que nuestras oraciones no reciban una respuesta, como una manera de movernos a agudizar nuestro enfoque en Él. O puede decir “no” a nuestra petición, para lograr nuestra atención. Del mismo modo, las decepciones, los fracasos y las dificultades son, de vez en cuando, su herramienta elegida con el mismo propósito. Pero en todos los casos, Él actúa en nuestro beneficio. Si somos sabios, buscaremos al Señor en las tragedias, los reveses financieros, y los padecimientos físicos.
Dios merece toda nuestra atención, pero nos llenamos de preocupación. Él espera hablar con nosotros, pero algunas veces estamos distraídos mirando nuestras circunstancias. Deje que los acontecimientos de la vida, tanto los agradables como los dolorosos, le muevan a volverse a Dios cada día.
(En Contacto)