La salsa boloñesa es un clásico en casa. Hay miles de recetas de esta salsa y yo la hago de varias formas, pero hoy os voy a contar una manera muy sencilla. Fer ha quedado encantado, me decía: A mi no me quedan así.
Yo hago salsa de sobra, así puedo usarla en otras preparaciones o congelar. Esta misma salsa puede ir con cualquier pasta, para relleno de lasaña o canelones, mezclada con verduras como calabacín o berenjena, con arroz, para un pastel con puré de patatas…
Ingredientes para 2 personas:
- 250 gramos de carne picada ternera y cerdo (yo puse un poco más de cantidad para guardar).
- 200 gramos de espaguetis (o la pasta que tengáis en casa)
- 1/2 cebolla
- 1 brik de tomate frito.
- 1/2 vaso de vino blanco
- Queso rallado
- Orégano
- Pimienta
- Sal
- Aceite
- Guindilla o cayena (opcional)
Preparación:
1. Cortamos la media cebolla y la ponemos en la sartén con aceite de oliva y un poquito de sal. ponemos el fuego al máximo esperamos que el aceite coja fuerza y luego lo ponemos bajito que se haga poco a poco. Esperamos que se quede blandita y cambie un poco de color.
5. Añadimos entonces el tomate frito y medio vaso de agua y un poco de orégano. Mezclamos y dejamos cocinar. Podemos decidir incorporar tomates maduros pelados y troceados en lugar del tomate frito, esta manera es un poco más complicada pero queda riquísimo. En esta ocasión decidí hacerlo así que también queda muy bueno. Si tenemos prisa podemos dejarla 5 minutos cociendo mientras hacemos a la vez la pasta, pero si no tenemos prisa lo podemos dejar por media hora a fuego muy bajo, la carne queda muy blandita y rica. Si vemos que durante la media hora se queda muy seco podemos incorporar un poco más de agua o tomate.
6. Cocemos la pasta en agua con sal. Moviendo de vez en cuando para que no se peguen entre si. Podemos poner al agua margarina, mantequilla, aceite o un cubito de caldo, yo solo le pongo sal. Respetando las instrucciones del paquete dejamos la pasta en este caso 8 minutos. No la dejo muy blanda porque luego la voy a meter al horno.
8. Y lo llevamos a una bandeja que se pueda meter al horno. Pre-calentamos el horno al máximo y en gratinador. Ponemos queso encima y lo metemos al horno, lo más arriba que podáis para que se gratine rápido.