Casi se me olvida, si es usted mujer y trabaja en una empresa privada, compare su nómina con la de otro compañero de un puesto igual al suyo. Si no le gusta la comparación, efectúe una reclamación al "Ministerio de Igualdad", que le va a dar igual. Tras estas “sencillas operaciones” proceda a realizar su donativo, respire hondo y advierta como su conciencia se siente mucho mejor.
Opcional para esta receta, si en su barrio ve a un emigrante de color oscuro que le quiere vender su dignidad en forma de gafas, bolsos o CD, s piratas, véalo como un pirata asqueroso o algo peor y no le compre nada, desconfíe, esa gente huele mal y sabe Dios en que trapichean, pues ya no trabajan a lomo partido como cuando nuestros constructores eran amigos de los concejales de urbanismo (ahora casi no quedan constructores, qué cosas pasan, oye).
Menos mal que las imágenes de Haití no huelen como las de los nuevos vecinos de de carne y hueso y de piel diferente. Hay que joderse, cada dia tengo menos buen rollito... Un día de esto me lo haré mirar o me apunto a un curso de talante de los que imparte en TV cualquier partido político.