Comprar un piso sin la ayuda del banco no es algo nuevo. Era lo que hacían muchos cuando los bancos no concedían hipotecas a los particulares en los años 60 y 70. Ahora que el grifo de créditos hipotecarios está prácticamente cerrado, el abogado inmobiliario, Pedro Hernández del Olmo, nos sugiere recuperar la vieja fórmula.
¿Cómo funciona?
Existen dos alternativas para comprar una vivienda a plazos:
- Que el vendedor se constituya en acreedor hipotecario y conceda el aplazamiento del pago, formalizando una hipoteca a favor del comprador para garantizar el cumplimiento de las obligaciones.
- Documentar el precio aplazado mediante letras de cambio o pagarés, que se harían constar en la escritura de compraventa, pactando una resolución en caso de impago.
¿Qué garantías debería exigir el vendedor?
- Contratación de un seguro de daños por incendio, explosión y rayo que cubra un valor
igual o superior al valor de la tasación del bien. En caso de siniestro, el acreedor será el beneficiario del seguro con capital equivalente al préstamo que queda pendiente. Esta póliza deberá contener clausulas que prohíban rescindir, modificar o reducir los capitales asegurados sin permiso del acreedor hipotecario y notificar al acreedor de cualquier falta de pago de los recibos.