Uno de los principales objetivos que todo cicloturista debería conseguir sobre la bicicleta es su estabilidad múscular para rodar mejor y así evitar todo tipo de lesiones. Si lo conseguimos podremos tener mayor amplitud en todos los movimientos y mayor fuerza muscular en cadera, hombro y extremidades superiores e inferiores a la vez que logramos la máxima oxigenación y por tanto, el mayor rendimiento, resistencia y velocidad.
Ahora bien, ¿cómo podemos saber qué tipo de estabilidad tenemos en la bicicleta? Para ello, os dejamos una pequeña descripción de las posiciones más habituales que realizamos durante una salida en mountain bike para que reconozcáis en cuál estáis.
- Estabilidad de la cintura pélvica: Según aumenta la intensidad, mayor es la flexión de la cadera respecto al fémur y mayor es el trabajo muscular de los extensores de la cadera al trabajar desde la posición de estirado.
- Estabilidad de la cintura escapular: Según aumenta la intensidad, mayor es la flexión producida en los brazos y menor es el ángulo de extensión del húmero respecto al tronco, por lo tanto, mayor es el nivel de tensión de los músculos estabilizadores de los omóplatos.
- Linealidad y estabilidad de la columna vertebral: La espalda se encuentra colocada de forma recta entre dos puntos imaginarios de estabilidad.
Cuando se combinan las diferentes posiciones se consigue un mayor equilibrio muscular, un aumento de la amplitud de movimiento, y mayor alternancia del trabajo entre los músculos y entre las fibras musculares de un mismo músculo. Por ejemplo, los músculos más potentes en producir el movimiento de los pedales son el glúteo mayor en la extensión de cadera y el psoas en la flexión de cadera; gracias a la alternancia de implicación del trabajo muscular que existe entre ellos se logra el mantenimiento de la potencia generada en los pedales. Por lo tanto, si vamos subiendo una cuesta en posición sentada, es normal que notemos cómo trabajan más las fibras superiores del gúteos mayor, al contrario que si vamos de pie que al liberar la tensión de dichas fibras hacemos que sean las fibras musculares de un mismo músculo las que realicen el esfuerzo.
En definitiva, los expertos recomiendan que mientras unas fibras musculares se fatigan en producir ATP, las otras fibras se recuperen liberando toxinas y oxigenándose para prepararse para el próximo esfuerzo. En este sentido, es muy importante que la estabilidad de la espalda permanezca intacta durante toda la salida para lo cual sólo hay que inclinar el tronco en bloque desde la articulación de la cadera sin curvar nunca la espalda.
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