Dejar de fumar, adelgazar, hacer deporte, ganar más dinero, estudiar… la lista de propósitos típicos es interminable. Nos imaginamos cumpliendo nuestros objetivos y eso nos hace intentar afrontar el desafío con más ganas. “Año nuevo, vida nueva” es lo que nos viene a la cabeza y nos intentamos hacer creer a nosotros mismos que este año será el definitivo.
Pero ¿por qué motivos no conseguimos nuestros objetivos? Con suerte estas ganas de cambiar nos durarán un par de semanas, pero en la gran mayoría de casos, tras pasar unos días del inicio del año nos olvidamos del tema y lo dejamos para otros momentos más oportunos (que nunca llegan porque nunca es buen momento para afrontar dichos cambios).
Si realmente quieres conseguir tus objetivos este 2013 has de tener en cuenta los siguientes puntos:
Fija objetivos realistas
Muchas veces el problema consiste en que nos fijamos objetivos que no son nada realistas y que nos sirven de excusa para que, cuando tiremos la toalla, poder sentirnos bien. Lo que debemos hacer es fijarnos objetivos que estén dentro de nuestras posibilidades y que sabemos que si trabajamos duro, podemos llegar a alcanzar algún día.
Por ejemplo: si nuestro objetivo es ganar más dinero este año, podemos marcarnos un aumento en nuestro beneficio del 10% o el 20%. Si nos proponemos “ganar el doble” nos daremos cuenta de que muy dificilmente conseguiremos este objetivo.
Divide tus objetivos en pequeños objetivos
Las tareas que requieren de mucho trabajo son las que más nos cuesta asumir. Cuando vemos que el trabajo que tenemos delante por hacer requiere de mucho esfuerzo, automáticamente buscamos excusas para no enfrentarnos a él, o lo dejamos de lado en pro de otras tareas que no precisan de tanto esfuerzo.
Por el contrario, si dividimos nuestro objetivo final en pequeños objetivos, podremos ir avanzando en la dirección correcta tachándolos de nuestra lista y sintiendo que vamos ganando la guerra con pequeñas batallas a nuestro favor.
Olvida tus miedos limitadores
La primera batalla que debemos ganar es la que se libra en nuestro interior. Nosotros mismos nos encargamos de imaginar situaciones desastrosas o limitadoras que nos impiden llevar a cabo nuestros objetivos. El qué pasará, qué dirán, qué pensarán los demás y otros miedos no son buenos aliados. Si queremos cumplir nuestros objetivos nos deberemos asegurar de que estos miedos se quedan atrás.
El momento perfecto para empezar es ahora
¿Te das cuenta de que nunca es un buen momento para empezar? Pues en realidad el mejor momento es ahora. ¿En qué se diferencia el hecho de empezar algo mañana a empezarlo ahora? ¡En nada! Mucha gente dice que necesita concienciarse de que ha de hacer algo y prefiere posponer el momento de llevarlo a la acción haciéndose creer a sí misma que mañana estará preparada y no ahora, y eso es un error, porque lo único que hacen es posponer el momento de la verdad.
Ahora es el momento y no mañana, ni dentro de un mes, ni a principios de año, ni el día de tu cumpleaños, ni cualquier otra fecha estúpida que te parezca la correcta.
Hazlo con pasión y disfruta del proceso
Ten claro por qué quieres hacer algo y disfruta con cada victoria que consigas. Si logras tachar alguno de los pequeños objetivos del gran objetivo que te has marcado, celébralo porque es un avance hacia tu objetivo final y valora lo mucho que has conseguido como para tirarte atrás ahora.
Por ejemplo, si tu objetivo es salir a correr, ves hoy mismo y que no pase de esta noche. Si llega la noche y no has salido y piensas que hace mucho frío o mucho calor para salir a la calle es que hay algo que no estás haciendo bien.
Ojalá consigas tus objetivos este 2013. ¿Te has propuesto algo que no tenga que pasar de este año?
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