Cómo Conservar las Verduras Durante Más Tiempo

Por Aranchawp @MeigayCaldero

Las verduras y las frutas son imprescindibles para una buena nutrición, por lo que siempre deben estar en nuestra despensa. El único problema es que son productos perecederos y, si no se conservan adecuadamente, se echan a perder con facilidad. Y, como a nadie nos gusta tirar comida a la basura, es importante conocer algunos trucos que mantendrán estos vegetales en buenas condiciones durante mucho más tiempo.
Algunos de estos trucos son:

  • Compra las verduras en un lugar de confianza. Te recomiendo que busques fruterías pequeñas de barrio porque, como compran menos cantidad en los mercados de abastos, pueden permitirse comprar el producto en un mejor estado de maduración. Las grandes superficies adquieren mucha cantidad y les tiene que durar también mucho, así que compran las verduras más verdes. Y la mayoría de las verduras no maduran en las cámaras ni en nuestras neveras. Si quieres conservarlas mejor, intenta que estén en su punto justo.
  • No laves las verduras hasta que las vayas a utilizar. Si por algún motivo debes hacerlo, procura que estén bien secas antes de guardarlas, así evitarás el moho y que se estropeen más rápidamente.

  • En general, a las verduras les gusta la humedad (ligera) y, para conseguirlo, puedes utilizar bolsas de plástico (perforadas o no) que ayudan a mantener su hidratación. También puedes usar un paño ligeramente humedecido y envolver separadamente cada tipo de vegetal. Y otra opción para mantener el grado de hidratación es utilizar recipientes abiertos y taparlos con un paño humedecido.
  • Antes de almacenar las verduras, comprueba que no haya ninguna en mal estado, porque terminará estropeando al resto.
  • Procura no mezclar las verduras ni entre ellas ni con frutas. Aunque utilices el cajón de la nevera, intenta separar cada variedad con bolsas, tuppers o envolturas con paños humedecidos. Así no se interferirán en su proceso de maduración ni se contaminarán (sabores, olores, microbios...) entre ellas. 
  • No apiles las bolsas de verduras unas encima de otras, porque se acabarán estropeando.
  • Procura que el aire pueda circular entre las verduras, tanto si están en el exterior como si están en la nevera.
  • Si tienes cajón específico para las verduras, utilízalo. Está preparado para mantener la temperatura y humedad necesarias para conservarlas en un estado óptimo.
  • Procura que el cajón de las verduras se mantenga lleno (al menos dos tercios) para se mantengan las condiciones de humedad y temperatura.  
  • Antes de guardar las zanahorias, quítales las hojas verdes; así evitarás un exceso de humedad que puede pudrirlas. Este consejo también sirve para las remolachas.
  • Las bolsas que mejor funcionan para la conservación son las perforadas, porque matienen la hidratación y permiten la circulación del aire. Tienes las de Albal que son excelentes y, si no quieres gastar dinero, puedes perforarlas tú con un punzón o con una perforadora de papel (las pequeñas de scrapbook también sirven).
  • Las bolsas y contenedores en los que se venden las verduras no tienen porqué ser los más apropiados para su conservación en casa. Además, es más higiénico que utilices tus propios sistemas de almacenamiento que sólo has tocado tú. 
  • Una pequeña joya que ayuda a conservar las verduras y frutas (en cajones separados, of course) son las bases conservantes de Rayen. Se colocan en el cajón de las frutas y las verduras y multiplican (de verdad) su duración. Además de ayudar a que se mantengan en su sitio dentro del cajón. Son como una especie de acolchado verde con unos huecos parecidos a las hueveras y que permiten que circule el aire frío entre las distintas piezas.

También es importante saber qué lugares de conservación son los más apropiados para los distintos vegetales:

  • Fuera de la nevera en un lugar fresco y seco: patatas, ajos, cebollas, chalotas, cítricos, tomates, pimientos, calabacín, calabaza...
  • Fuera de la nevera dentro de un vaso con agua o en un herb keeper: las hierbas aromáticas (no la albahaca), los espárragos y el apio.
  • Bolsas de papel dentro de la nevera: champiñones, setas y hongos.
  • Bolsas de plástico perforadas dentro de la nevera: zanahorias, remolacha, nabo, rábanos, lechuga, rúcula, espinacas, acelgas, guisantes frescos, berenjenas, judías, alcachofas, coliflor, brécol, coles de Bruselas, romanesco.
  • Sin contendor ni bolsa dentro de la nevera: hinojo, pepinos,