Cómo contar un cuento

Por Patricia Patricia Manzano Gómez @lavidaentrebibe
23 febrero, 2015 0 comentarios Artículo Educación & Juego

De una primera impresión leer un cuento nos puede resultar algo sencillo, pero el éxito de este recomendable hábito con nuestros hijos depende de como hacerlo. Tomar un libro de la estantería, abrirlo y leerlo sin más sabemos hacerlo todos, la cuestión está en que esa lectura entusiasme al niño, que sea el germen de su propio gusto por la lectura y eso se cultiva desde bien pequeñito, desde el nacimiento diría yo. Imponerle a un preadolescente de 10/12 años que lea un determinado número de páginas o de minutos es crearle aversión hacia la lectura y la literatura, lo tomará como un castigo, por lo contrario leer con un bebé un ratito varias veces a la semana es entregarle en una costumbre todos los tesoros de la literatura universal.
Podemos decir que existen unas reglas o unos métodos mas eficaces que otros, tanto por la elección de los cuentos como por lo que se refiere a la forma de expresarse. No se pretende restar ni un ápice a la fantasía y la libertad de expresión de los padres, son consejos que pueden ayudar a captar mejor la atención del niño, a hacer que se divierta y a transmitirle mensajes correctos y coherentes. Su entusiasmo, su interés y su felicidad serán los mejores consejeros.
UNAS CUANTAS REGLAS:
Lenguaje sencillo. El lenguaje debe ser siempre muy sencillo, con frases breves y claras, adaptado a la edad del niño.
Meterse en la historia. Hay que intentar participar del cuento. Cambiar la voz y el tono en función de los personajes, diferenciar entre femeninos y masculinos, buenos y malos, definitivamente, dramatizar el cuento.
Variar los ritmos. Variar el ritmo de la narración en función de los acontecimientos, para recrear la atmósfera del cuento. Las palabras más comunes deben ser marcadas, con énfasis, con repeticiones, para fomentar la adquisición de vocabulario.
Una pausa en las ilustraciones. Es importante detenerse en las ilustraciones , mostrárselas al niño, hacerle partícipe, preguntándole si reconoce los personajes y las escenas.
Involucrarle con preguntas. La atención y participación del niño se pueden estimular además de con las ilustraciones, con preguntas : ¿Qué pasará ahora?, ¿Qué personaje va a aparecer, qué hará?, ¿Cómo acabará la historia?.
Dejarle intervenir. Lo ideal es que favorezcas la interrupción cada vez que quiera y que aproveches la ocasión para hablar y comentar el cuento.
Si lo quiere contar él. Si el pequeño te quita la palabra durante la lectura del cuento y pretende continuar solo, fingiendo que lee, hay que permitírselo y escucharle, así se divierte y da rienda suelta a su imaginación.
Utilizar los gestos. la gesticulación ayuda a subir la intensidad del cuento, él intentará imitar las expresiones de la cara y los movimientos de las manos. Por este motivo es importante leer frente a fente, con las caras cerca.
Sin moraleja. No es necesario extraer una enseñanza del cuento. Los cuentos deben eliminar los temores y los miedos, y no dar lecciones de vida.

A los niños les gustan todos los tipos de cuentos, se puede recurrir a los clásicos o inventárselos dando rienda suelta a la imaginación. Habrá padres que no se sientan en disposición de inventar, es útil releer los cuentos tradicionales para refrescar la memoria acerca del lenguaje y los temas. Los esquemas básicos siempre son los mismos. Los cuentos pueden tomar la vida diaria como punto de partida, las cosas que haces todos los días con tu pequeño pueden ser el argumento de una narración o de una canción, también puedes dar vida a un objeto de su entorno ( su peluche, su vasito del agua, su chupete )e hilvanar una historia.

Un esquema para hacer más cercana la narración:

- el protagonista tiene un problema específico que resolver. Está cansado, perdido, tiene miedo, siente celos, etc.
– introduce un detalle curioso para asombrar al niño. Se vuelve invisible, gigante, diminuto, etc.
– el protagonista debe ser sometido a una prueba: superar obstáculos para superar sus dificultades.
– el protagonista se esfuerza en superar las dificultades del camino, pero no lo consigue.
– el protagonista consigue la victoria gracias a una intervención mágica, un hada, un duende, una estrella, etc.
La magia siempre ha tenido un papel fundamental en los cuentos, para hacer entender al pequeño que incluso ante las dificultades que parecen insuperables no hay que dejar de esforzarse,; gracias al esfuerzo siempre puede suceder algo inesperado y maravilloso.

Al releer los cuentos tradicionales nos damos cuenta de lo “terribles” que son, sin embargo no hay que tener reparo en contárselos a los niños, los cuentos no tienen el objetivo de asustar, sino que sirven para acabar con los miedos no expresados, las ansiedades y los miedos que los niños no expresan toman forma en los cuentos y se resuelven siempre de forma positiva.
Miedo al abandono. Los niños se quedan solos y aprenden a arreglárselas por su cuenta. “Hansel y Gretel” y “Pulgarcito” son buenos ejemplos.
Miedo a la oscuridad. “Blanca Nieves” y “Caperucita”, en estos cuentos los protagonistas afrontan la oscuridad y las dificultades del bosque y logran superarlas.
Los celos. “Cenicienta” o el “Gato con botas” ilustran los celos y las diferencias entre hermanos.
La timidez y las diferencias.“El patito feo” y “El soldadito de plomo” afrontan este tema, enseña a no tener miedo al mundo exterior, todos somos diferentes y cada uno tenemos nuestro lugar.
La separación de los padres. “La judía mágica” intenta enseñar cómo ser más autónomo e independiente de los padres, y permiten superar el miedo a perderlos.

Para no quedarnos nunca sin recursos y tener siempre una lectura a mano, un tips que yo practico a diario: en lugar de cantar siempre las canciones infantiles a menudo las recito, dramatizando como si fueran un poema, introduciendo sonidos de animales o voces de personajes y mi hijo queda atento, asombrado y relajado.

Canción popular chilena:
LA CUNCUNA (la oruga)

Una CUNCUNA amarilla,
debajo de un hongo vivía
allí en medio de una rama
tenía instalada su cama,
comía pedazos de hojas
tomaba el sol en las copas,
le gustaba subirse a mirar
a los bichitos que pueden volar.
¿Porqué no seré como ellos?
Se preguntaba mirando los cielos.
¿Porqué me tendré que arrastrar?
Si yo lo que quiero es volar…
Un día sucedió algo raro
notó su cuerpo inflado
no tuvo ganas de salir
solamente quería dormir.
Se puso camisón de seda
se escondió en una gran higuera;
todo el invierno pasó
Mariposa se despertó…
Ahora ya puedo volar
como ese lindo zorzal.
Mariposa yo soy
¡¡¡Con mis alitas yo me voy!!!

Colorín colorado este cuento se ha acabado.

Autor Lina

  • Mail
  • |

  • More Posts (18)

Tags: actividades con los niños, blanca nieves, cenicienta, cuentos, el gato con botas, el patito feo, hansel y gretel, la judía mágica, niños, pulgarcito