Ya sabes que los personajes juegan un rol principal en cualquier novela, ya que son claves para conectar y empatizar con los lectores. Nos hacen enfadarnos, reír, llorar... Son la base de cualquier historia. Así que como es primordial trabajar la creación de personajes, hoy he decidido compartir contigo unos consejos muy útiles para que consigas personajes realistas en tus novelas. ¿Quieres descubrirlos?
conoce al personaje
Para empezar, debes saber todo sobre tu personaje. Debe estar desnudo para ti: debes conocer su pasado, sus hobbies, sus intereses...; en resumen, todo. Aunque algunos datos te parezcan inservibles para la novela, todos y cada uno de ellos te ayudarán a crear el trasfondo de tu personaje. Este transfondo le aportará riqueza y evitará su acartonamiento. ¡Ojo! Recuerda que aunque partas con toda la información sobre él/ella, debes ir dosificando la información para mantener la curiosidad en el lector y no abrumarle.
reflexiona
Para evitar este vacío de datos, reflexiona sobre el personaje antes de empezar a escribir. Algunas preguntas que te puedes hacer para completar la ficha de tu personaje son:- ¿Quién es y qué papel juega en la novela?
- ¿Cómo se te ocurrió?
- ¿Cómo llegó a la situación actual de tu novela?
- ¿Cómo ha sido su vida para que en este momento de la novela actúe de esta forma?
- ¿Sufre suficiente transformación desde el principio de la historia hasta el final?
- ¿Se nota lo que siente aunque no lo diga?
- ¿Cuáles son sus motivaciones?
En definitiva, se trata de que tú misma/o te plantees cuestiones sobre tu personaje y vayas completándolas. Te recuerdo que puedes descargarte aquí unas fichas para trabajar tus personajes.
hazlo humano
Un error común de los escritores nóveles es la creación de personajes perfectos. Para evitarlo, aleja tus propios prejuicios y no pienses en si es correcto o no moralmente (por ejemplo, ¿un personaje oscuro es correcto para una novela juvenil?). Las personas tenemos nuestra cara buena y mala, por tanto, los personajes también.Por ello, es muy importante que añadas defectos y contradicciones a tus personajes. ¡Ojo! Que sean defectos reales; es decir, que tengan una repercusión negativa en el propio personaje. Un ejemplo sobre esto que leí y me encantó, lo encontré en EscribeRomántica, y es que comentaban que Bella Swan (la tan conocida prota de Crepúsculo) tenía como defecto la torpeza; sin embargo, la torpeza nunca repercutía negativamente en ella, sino que servía como pretexto para ser rescatada o adorable. Por tanto, escapa de estas ilusiones. Para que nos entendamos: si es torpe, que se rompa un brazo (¡exageración suprema jajaja!).
descríbelo en el momento adecuado
Sobre esto ya hablé un poquito en cómo escribir el primer capítulo de tu novela; no obstante, el tema se las trae.Lo primero que debes hacer es una lista sobre los rasgos físicos que quieras resaltar. Ordénalos desde los más llamativos a los menos para saber la importancia que juegan en el personaje. Si te das cuenta que tienes bastantes rasgos que te gustaría dar a conocer al lector, distribuye las descripciones en varias escenas para no saturar la narración. Fíjate a la hora de hacer la lista de incluir rasgos que le hagan especial y de obviar los detalles mundanos, a no ser que quieras resaltar precisamente lo "normal" que es.
Nunca describas a tu personaje cuando esté fuera de lugar. Esto suele pasar sobre todo en el primer capítulo, así que retén las ganas. Es mejor ocultar detalles sobre el personaje al lector que embutirlos cuando no encajan en la escena ni a tiros. La descripción siempre debe sonar natural. Para ello, aprovecha las perspectivas de otros personajes o incluso la comparación entre varios.
¡y esto es todo!
Espero que te haya servido y que te animes a dejarme tu opinión en la cajita de comentarios. ¿Añadirías algún consejo básico para la creación de personajes? ¿Cómo lo haces tú? ¿Usas alguna libreta o ficha? Como siempre, te veo el domingo con un nuevo capítulo de Forgotten y te recuerdo que si quieres seguir aprendiendo consejos para mejorar como escritor/a, te suscribas justo debajo.