Parece mentira que siendo nuestro cabello el marco del rostro y una parte muy importante de nuestra imagen, muchas veces es uno de los grandes olvidados. Así que no dejes pasar ni un minuto más y pon atención a los siguientes tips para aprender a cuidarlo:
1. Identifica tu tipo de cabello. Parece algo obvio y seguramente estarás pensando: "Gladys, actualmente ¿Quién no sabe qué tipo de cabello tiene?. Posiblemente la mayoría de personas sabe cómo es su cabello, sin embargo de la misma forma que la piel no es igual durante todo el año, el cabello tampoco.
Además también tenemos que tener en cuenta los cambios hormonales, si tomas alguna medicación, si estás embarazada, si estás pasando por un momento fuerte de estrés, si has sufrido una pérdida y así un sin de factores que pueden cambiar de forma radical el estado de tu cabello y pasar de tener un cabello graso a seco, por ejemplo.
Cada cabello es un mundo y podemos encontrar diversidad de tipos: rizado, fino y seco; rizado, grueso y normal; liso, fino, graso del cuero cabello y seco de las puntas, ondulado, normal del cuero cabelludo y con tendencia al encrespado; rizado natural pero con un alisado japonés o queratina; cabello rizado y con cuero cabelludo sensible y tendencia a la descamación y así un largo etcétera. Si a las propias cualidades del cabello además le añadimos tintes, mechas, reflejos y baños de color, dichas cualidades se pueden ver modificadas.
Por tanto es bastante probable que si hace 10 años no te teñías el cabello y lo tenías normal y un poco graso en la raíz, si actualmente lo tiñes por el motivo que sea, este ya no sea el mismo que antes.
2. Elige los productos adecuados de acuerdo a tu tipo de cabello. Cuando tienes perfectamente claro cuál es el estado actual de tu cabello, entonces puedes elegir los productos que lo van a limpiar, fortalecer e hidratar de la forma más óptima. Si tu cabello ha estado reseco y sin vida por ejemplo, utiliza una mascarilla de tratamiento intensivo, que con el uso continuado vaya nutriendo el cabello. Una vez tu cabello se haya recuperado, suspende su uso. No le des a tu cabello más de lo que necesita porque lo único que conseguirás será saturarlo y encima estarás desperdiciando producto.
3. Es imprescindible darle mantenimiento al cabello. Al igual que las plantas, el cabello necesita ser "podado" de forma regular para sanear puntas estropeadas y para que su aspecto siempre parezca sano. De paso puedes aprovechar para cambiar de estilo, si te apetece.
5. No abuses de la plancha. Afortunadamente, las planchas de cabello han evolucionado para bien y en la actualidad son mucho más respetuosas ya que están hechas con placas de cerámica, controlan mucho mejor el calor y según las marcas maltratan menos la hebra de cabello. Sin embargo, no está demás recomendarte que no abuses en exceso de ellas porque aunque posiblemente maltratan menos el cabello lo que si no puedes evitar es que el cabello se vea apagado y si brillo y no quieres eso ¿verdad?
6. Aceites embellecedores del cabello. Sin duda, hay un antes y un después en mi cabello desde que descubrí, concretamente el aceite de argán. Forma parte de mi rutina para el cuidado del cabello. No obstante, aunque esta clase de aceites son hidratantes, no dejan de ser productos embellecedores que aportan brillo y suavidad a nuestro pelo. Ten presente que no son productos de tratamiento profundo, así que no pongas sobre ellos toda la responsabilidad del cuidado de tu cabello. A continuación tienes algunos aceites embellecedores del cabello de muy buena calidad que puedo recomendarte, aunque en el mercado tienes un abanico impresionante en donde elegir:
♦ Aceite Moroccanoil. Su fama le precede por su calidad y efectividad. Además cunde una barbaridad que no sé cuando me terminaré el bote que tengo en uso actualmente.
Tienes un comparativo de estos dos aceites en el post: Aceite Moroccanoil versus Aceite Orofluido.
♦ Elixir Ultimate de Kérastase. También contiene aceite de argán en su composición, además de aceite de camelia, pracaxi i maíz.
7. Ponte siempre en manos de expertos. Si estás pensando en cambiarte el color del cabello, o quieres empezar a teñirte ya sea porque tienes canas o quieres verte diferente, no te arriesgues a probar de hacerlo tú misma, si no que ponte en manos de expertos.
Primero porque te vas a asegurar de tener un trabajo bien hecho y si excepcionalmente no fuera así, la responsabilidad es de la peluquería en cuestión y tendrá que arreglar sus fallos cometidos.
Segundo, porque aunque teñirse el cabello una misma puede ser "muy fácil" corres el riesgo de decolorarte el cabello demasiado o por el contrario dejártelo negro azabache o lo que es peor aún quemarte el cabello. Inevitablemente tendrás que recurrir a un peluquero para que te arregle el estropicio. Si directamente acudes a un salón de belleza, no arriesgarás la salud de tu cabello y te ahorrarás dinero pues no es lo mismo teñirte o hacerte mechas que "corregir" color.
8. Cuida a fondo tu cabello en temperaturas extremas. Sin duda en época de verano es cuando nuestro cabello está más expuesto a dañarse por la intensidad del sol, por las altas temperaturas, por el agua salada del mar y por el cloro excesivo de las piscinas. Aquí es cuando digo más vale prevenir que curar, por lo que te recomiendo que si vas a estar expuesta al sol al igual que aplicas un protector solar en tu piel, lo hagas también en el cabello y que si te bañas en la piscina o en el mar, vayas reaplicando el producto continuamente.
En el mercado hay muchas firmas que nos ofrecen líneas de completas para cuidar el cabello como la Sun Protect de Schwarzkopf de la que te hablé el verano pasado. Sin embargo si no ves muy claro invertir en productos de este tipo, siempre puedes aplicar esa mascarilla hidratante que no te acaba de gustar para aprovecharla y hacerte una trenza para que el producto se conserve por más tiempo en el pelo. Es algo que hice durante muchos años, hasta que salieron al mercado los productos específicos para proteger el cabello del sol. Es una alternativa muy efectiva que funciona y que todavía sigo haciendo a veces.
9. El sombrero, otro gran aliado para proteger tu cabello del sol. El sombrero es ideal porque además de proteger la piel del rostro del sol, evita que este le dé directamente a tu cabello. Con el sombrero tienes un dos por uno, así que ya lo sabes, si no lo tienes, este verano hazte con uno que tu pelo y tu cara te lo agradecerán!
10. No abuses de las mascarillas hidratantes. Todo debe de ser usado en su justa medida y el caso de las mascarillas hidratante o nutritivas para el cabello, no es la excepción. En el mercado hay mascarillas muy potentes y casi milagrosas que hace grandes maravillas en nuestras melenas, pero si abusamos de ellas lo que conseguiremos será un cabello sin volumen, chafado y sin brillo. Dependiendo de la necesidad del cabello, aplica tu mascarilla una vez por semana, cada quince días o una vez al mes. Como siempre digo y no me cansaré de repetir nunca, menos es más, así que no satures tu cabello de productos. A veces con champú, acondicionador y unas gotitas de sérum tendrás más que suficiente.
Espero que la entrada de hoy te haya sido de utilidad y que si tu cabello no estaba precisamente entre tus prioridades, a partir de ahora si lo sea.
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