¿Tienes una blusa o una falda que amas y te gustaría que dure para siempre? ¿Te has comprado una chaqueta de cuero, y quieres que valga la pena esa inversión? Pues existen maneras de cuidar tus prendas durante el lavado y guardado para que se mantengan en buenas condiciones y perduren.Si bien cada género tiene sus particularidades, existen algunas reglas generales. Siempre lava las prendas apenas termines su uso, no utilices agua caliente y evita secarlas al sol. Esto te permitirá que se conserve mejor la tela, y no se deformen ni decoloren las distintas piezas. Pero, vamos a los detalles.
Lana: La lana es un tejido natural apto para lavadoras, pero sin centrifugado. Debes utilizar agua fría o tibia, para evitar que se apelmace, y no usar suavizantes. Si optas por el lavado a mano, evita escurrirla. Puedes usar un poco de agua con vinagre para darle suavidad y fijar el color. No debes escurrirla fuerte, opta por pequeños apretones que vayan eliminando el agua. Para el secado, no debes colgarlas porque se deforman. Ponlas en una superficie plana estiradas, puedes poner una toalla por debajo, sin sol directo. Si deseas plancharlas, hazlo con una tela por encina, ya que el tejido tiende a pegarse sobre la plancha.
Modal: Esta tela es famosa por ser durable y cómoda. Y aunque es fácilmente lavable, es necesario que tengas algunos cuidados. Usa agua fría o tibia, ya sea a mano o en la lavadora. Al secarla, ya sea en la secadora o con tus manos, hazlo de forma suave para no dañar las costuras. Puedes usar plancha, aunque no es recomendable exponerla a altas temperaturas por mucho tiempo. Cuelga la ropa en el closet, para que no se arruguen al doblarlas.