¿Cómo cuidarme de la Diabetes Mellitus?

Publicado el 03 junio 2018 por Carlosgu82

El avance de la ciencia y entre ellas de las ciencias médicas ha impactado de manera favorable en la calidad de vida de la población mundial, extendiendo la esperanza de vida al nacer en los países de mayor desarrollo hasta alrededor de 80 años. El aumento de la esperanza de vida, la erradicación de enfermedades infecciosas letales y el estilo de vida “occidental” ha disparado la prevalencia de enfermedades crónicas no transmisibles como la Diabetes Mellitus, Hipertensión Arterial, Cardiopatía Isquémica, Obesidad, Asma Bronquial, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica entre otras.

La Diabetes Mellitus es una enfermedad que causa un trastorno en el metabolismo de la glucosa, dentro de la medicina hay varias clasificaciones y subclasificaciones, en este post nos referiremos a la Diabetes Mellitus tipo 2 (DM 2).

La DM 2 es una enfermedad caracterizada por resistencia de los tejidos a la insulina, la insulina es una hormona del sistema endocrino la cual se secreta por células específicas que se encuentran en el páncreas, esta hormona se secreta en grandes dosis en respuesta a la ingesta copiosa de alimentos. La función de la insulina es facilitar la entrada de la glucosa ( una especie de azúcar necesaria para el funcionamiento correcto de los tejidos) a todas las células del organismo excepto a nuestro cerebro que no necesita insulina.

El consumo de grandes cantidades de azucares determina que se secrete en nuestro cuerpo cada vez una dosis mayor de insulina causando que las células pancreáticas “se agoten” debido a la alta demanda y que los tejidos pierdan sensibilidad a la hormona necesitando cada vez más insulina para lograr la entrada de glucosa a las células.

Muchas personas tienen familiares (madre, padre, tíos, abuelos, hermanos) con DM 2 lo que significa que presentan mayor probabilidad de presentar la enfermedad.

¿Cómo cuidarme?

  1. Disminuir la ingesta de azucares y carbohidratos.

Probablemente esta sea la medida más importante. El estilo de vida occidental que llevamos la mayoría incluye una vida agitada con poco tiempo para buscar y preparar comida saludable y sin embargo necesitamos de mucha energía, la cual obtenemos ingiriendo una gran cantidad de azucares y carbohidratos provenientes de: hamburguesas, sándwiches, donas, dulces y bebidas cafeinizadas o energizantes. Sin duda alguna son fuentes inmensas de glucosa capaz de mantenernos funcionando todo el día pero significan una carga tan grande para nuestro organismo que se activa el mecanismo antes descrito terminando en estados de trastornos metabólicos. Ingerir alimentos de este tipo un día o de forma aislada no es para nada perjudicial pero hacerlo regularmente debe evitarse a toda costa.

  1. Incorporar a la dieta “azucares naturales”.

Muchos investigadores refieren que el número de diabéticos aumentaron exponencialmente desde el descubrimiento de la caña de azúcar.

La naturaleza nos brinda una gran variedad de azucares naturales los cuales se encuentran en concentraciones saludables y además apetecibles para el gusto humano. Es recomendable ingerir frutas y vegetales como alimentos de uso regular, cambiar las bebidas enlatadas por jugos caseros de fruta. En cuanto a endulzar lo que comemos es mucho más saludable evitar los edulcorantes y las jaleas y usar como sustituto miel, la cual es muy rica, muy dulce y sin embargo es completamente saludable.

  1. Realizar ejercicio físico regularmente.

Realizar ejercicio físico nos facilita la eliminación de toxinas procedentes del metabolismo de nuestro organismo además de facilitar “mover” nuestra reservas energéticas en forma de lípidos y de glucosa, además nos ayuda a gastar energía ya ha disminuir las reservas de grasa en nuestro organismo. Cuando se habla desde el punto de vista médico de ejercicio físico no estamos hablando de todo los que caminamos regularmente en el trabajo ni tampoco de dedicarle 3 horas diarias al gimnasio. Debemos elegir al menos una hora diaria por 5 días a la semana durante la cual nos preparemos física y psicológicamente (concientizar la actividad ayuda mucho) para caminar, trotar o hacer cardio durante ese tiempo. Los primeros días te sentirás cansada/o pero verás que después de 2 o 3 semanas sentirás un cambio increíble en tu organismo.

Cambiando nuestro estilo de vida de esta manera se previene la aparición de esta enfermedad. En próximos post hablaremos mucho más sobre la prevención de un gran número de enfermedades.