Llega la hora de la primera cita, ya que habéis hablado por chat y por teléfono, os intercambiáis mensajes y fotos, y por fin llega la primera cita con los nervios a flor de piel. Cuando llegas del trabajo te duchas, te peinas, te maquillas, eliges la ropa más sexy pero con cuidado de no pasarte de sexual y ensayas tu sonrisa. Piensas en varios temas de conversación para no llegar a silencios incómodos. Y pensamos si tenemos todo bajo control y entonces nos aparece una gran duda ¿BESARE BIEN?
Este miedo es uno de los que más atenazan nuestros nervios ante una primera cita, pero no te estreses porque hoy estamos aquí para darte las mejores instrucciones para besar bien. Sí, para dar uno de esos besos de película que harían palidecer a Clark Gable y Vivien Leigh en Lo que el viento se llevó o a Humphrey Bogart y a Ingrid Bergman en Casablanca.
Lo primero y más importante que tiene que sacarte de las cabeza y dejarte de tonterias es la lengua no es todo en el beso, si está muy bien hacer el helicóptero, pero no podrás meter la lengua, de buenas a primeras. Empieza suavemente acariziando los labios, primero el inferior y luego el superior. Si responde bien, toca ir sacando la lenguecíta poco a poco, succiona el labio inferior con cuidado no bruscamente e incluso pude mordisquéarlo con suavidad.
Si lo haces bien, entreabrirá la boca y dejará escapar un gemido tenue o, por lo menos, un suspiro. ¡Este es el momento! Acaricia sus labios con la lengua y espera un instante: si la abre un poco más, te está invitando a ir un paso más lejos. Ahora toca rozar la punta de tu lengua con la suya, pero con cuidado. ¡No invadas su espacio!
Aléjate un poquito, toma aire, sonríe y déjale con ganas de más. Verás cómo toma la iniciativa y te besa de vuelta. Saber parar es clave para aumentar el deseo, relajar tensiones con unas risas y mantener el control y la intensidad a raya. Al fin y al cabo los besos no pueden durar para siempre, y tampoco quieres que piense que le vas a desnudar allí mismo.