Enrico es un político que no pone pasión en sus discursos, que no articula propuestas alternativas a las del gobierno, alejado de la ciudadanía y que no sabe gesticular. Sin embargo Giovanni improvisará, le pone pasión a lo que dice, establece propuestas de cambio y sabe combinar lo que dice con el lenguaje no verbal conectando con la gente.
Giovanni sería un ejemplo de lo que dice el director de La Fábrica de Discursos, Fran Carrillo, de que un político tiene que ser un poco poeta, un poco filósofo y un poco actor. Tiene que ser un poeta para a la hora de hablar darle música a sus discursos como si recitará una poesía (el personaje de la película hasta llega a recitar una en un discurso). Tiene que ser un filósofo que establezca propuestas alternativas con argumentos. Y, por último, debe ser un actor para saber utilizar el lenguaje no verbal para complementar el discurso que da pero también para interpretar un papel y en este caso Giovanni estaría interpretando el papel político de su hermano Enrico hasta el punto de mejorarlo.
Si os apetece verla todavía está en cartelera en algunos cines de Madrid.
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