Como decidimos tener hijos.

Por Anaperezllinares

Estos días ando dandole vueltas a como organizamos, en general, nuestras vidas y que valoramos a la hora de decidir tener hijos.
Es habitual, cuando se habla de este tema, oir que para tener hijos es fundamental tener muchas cosas claras: tener una casa, solvencia y seguridad económica, haber desarrollado tu carrera profesional, o poder compaginarla, tener pareja estable o incluso estar casada (esto solo en algunos casos, puesto que también hay mucha mami soltera por elección), etc.
Todos estos factores me parecen muy importantes (de hecho, creo que casi nadie se plantearia traer un hijo al mundo sin estar en condiciones de ofrecerle alimento y un hogar, por ejemplo), pero creo que ni son los únicos, ni deberían ser los realmente decisivos.
Vivimos en una sociedad en la que nos resulta difícil plantearnos ser padres sin disponer antes de coche, casa, dinero para comprar la mejor habitación infantil y el mejor carrito, etc. Podría decirse que nos han vendido una escala de prioridades, que nosotros hemos aceptado de buen grado, en la que la maternidad está la última de la lista, a la cola de la realización económica, laboral y social.
Tanto es así, que muchos se echan las manos a la cabeza y tachan de irrresponsables a aquellos que piensan que para ser padres no hace falta tener todo "tan atado" y se embarcan en esta aventura con menos garantías. 
Creo que todas estas cosas están muy bien...disponer de una economía segura y de ciertas comodidades puede hacernos sentir mucho más seguros a la hora de afrontar la maternidad, pero creo que priorizamos demasiado estos aspectos y nos olvidamos de los fundamentales.
Hoy por hoy se podría decir que tenemos a nuestros hijos cuando disponemos de un "hueco en la agenda" o cuando el resto de nuestras obligaciones nos lo permiten. Decidimos cuando ser padres en función a conceptos practicos y materiales y olvidamos la parte más importante, que el la emocional.
Creo que tenemos que tomar la decisión de ser padres cuando sintamos que lo necesitamos, lo queremos y estamos psicológicamente preparados. Me explico:
Ahora que ya tengo una casa, un trabajo estable, un sueldo en condiciones y me acabo de casar, es el momento perfecto para tener hijos, pero...realmente DESEO tenerlos en este momento determinado?, mi vida "de puertas para adentro" es lo suficientemente estable y feliz para plantearme crear una nueva vida? siento que anímicamente atravieso mi mejor momento?
Tener un hijo nos exige mucho, pero le damos toda la importancia a ciertos aspectos, cuando los verdaderamente importantes son otros.
Para el bebé que va a nacer, su mamá es y será su casa, quien lo cuide, lo proteja  y lo alimente. Para ese bebé, no existirá nada más. 
Por supuesto que, para que esa mamá pueda maternar a su hijo va a ser necesario tener todas sus necesidades cubiertas...es realmente difícil poder cuidar a un bebé cuando tienes que preocuparte por tu supervivencia y, por lo tanto, hay ciertos aspectos que debemos tener cubiertos. 
Pero si nos paramos a pensar en que es lo realmente importante a la hora de decidir el momento de tener hijos, veremos que muchos de los aspectos que hoy por hoy consideramos fundamentales, no tienen que serlo necesariamente y, en cambio, otros que ni siquiera nos planteamos, son básicos.
Creo que vivimos hacia afuera, totalmente desconectados de nosotros mismos y esto hace que nos planteemos la maternidad de la misma manera. como si se tratara de un aspecto práctico más, cuando es una experiencia que, sin lugar a dudas transciende.  Creo que es un error decidir tener hijos como un paso más...consigo un trabajo, me compro una casa, me caso, tengo un hijo...Considero que es una decisión tan vital que no debemos dejar que este condicionada unicamente por nuestra situacion externa.
Ser madre requiere que nos encontremos en una situación interior excepcional. Se trata de crear vida, de amar, de trascender, de ver crecer, de sentir, de acompañar. Y esto no viene marcado por cuanto dinero tengamos en el banco , ni porque tengamos una casa más o menos grande. 
Considero que estas cosas externas son importantes en la medida en que nos hagan sentir bien y nos aporten la seguridad necesaria para emprender este camino. Pero debe de ser nuestro interior, nuestra alma, quien decida que está en disposición de crear una vida.
Y esto es algo a lo que, desgraciadamente, a día de hoy se le da muy poquita importancia.