Este tipo de manualidad además de ser fácil y amena para los niños, me trae recuerdos de mi niñez, cuando las hacíamos en el colegio para algún día especial, díadel padre, de la madre… vamos, lo que hoy en el cole se resume como día de la familia.
Decorar frascos, botes o botellas de cristal con sales de colores (también podemos usar azúcar) es muy sencillo, los materiales que necesitamos son:
- Sal, podemos usar sal fina, gorda o azúcar, lo que mejor nos venga y más a mano tengamos. Al fin y al cabo solo es para pasar la tarde en casa con los peques entretenidos y no es cuestión de salir para hacer la compra.- Tiza de colores, yo uso los trozos pequeños de las tizas ya gastadas de la pizarra de mis hijos.
- Frasco de cristal, bote o botella transparente. Es preferible que tenga tapa o tapón para poder cerrarlo una vez terminemos.
- Papel, para colocar la sal y trabajarla con las tizas sin manchar.
Ya con todo lo necesario a mano, nos ponemos manos a la obra. Esta parte a mi hija le encanta, ahora toca mancharse un poco.
Colocamos un poco de sal o azúcar sobre el papel, se escoge la tiza del color que queramos y vamos coloreando la sal con la tiza con relativa fuerza e iremos viendo cómo va cambiando de color, una vez tengamos el tono podemos usar el papel para volcar la sal dentro del frasco sin manchar. Si en vez de un frasco nos hemos decido por una botella o es lo que tenemos a mano, sería conveniente usar un embudo para no poner todo perdido.
Así vamos a hacer con todos los colores. Es muy importante mover con cuidado el frasco para que los distintos colores no se mezclen de forma indeseada.
A la hora de terminar, tengo por costumbre colmar el recipiente de sal un poco sobrepasando el borde, así además de no dejar aire, cuando pongamos la tapa esta hará presión y será más difícil que se mezclen los colores al moverlo.
Ya se ha terminado, el resto dependerá de nosotras. Yo me he decido por decorar la tapa con una vieja tela sujeta por una cuerda y como la tela era muy sosa, mi hija decidió remediarlo con el sello de corazón de un juego que se le pilló en nuestro último paseo por Ikea y, oye!! A mí me ha gustado como ha quedado!
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