Cuando una sociedad no progresa, sino que involuciona, inevitablemente aparecen los conflictos. Los conflictos no son obstáculos al progreso, sino síntomas de que el progreso social se ha detenido o está en retroceso. La aparición de conflictos en una sociedad puede incluso ser un progreso, en el sentido de que comienza a haber gente que toma conciencia de que las cosas van mal y está dispuesta a hacer algo, aunque solo sea protestar, para intentar solucionar el problema.