Publico este post por petición popular. Todos tenemos un par de zapatillas blancas (o, en mi caso, unos cien) y sabemos lo difícil que es mantener la dignidad con ellas cuando va pasando el tiempo y se les acumula la suciedad y la memoria de eventos vividos. Incluso aunque tengan menos de un año, un par de zapatillas blancas pueden aparentar haber sobrevivido a una guerra debido al uso que les hemos dado.
Pero no hay que preocuparse. Existen algunos truquitos que nos pueden ayudar a que nuestras zapatillas blancas luzcan limpitas como si fueran casi nuevas. A ver, no vamos a engañar a nadie, pero al menos podemos parecer personas que no se arrastran por el barro.
Hoy os enseño uno de esos trucos para limpiar y blanquear zapatillas blancas. ¿Cualquier zapatilla? No, las de tela/lona, ante y demás no, solo las que son de piel, goma o similares. Si queréis saber cómo quedaos por aquí y os lo cuento.
Utilicé este truco para limpiar las zapatillas antes del viaje a Disney. Sabía que iba a querer hacerme muchas fotos bonitas para la posteridad y no quería salir en todas con las zapatillas hechas un asco. No hice una foto de detalle en el viaje porque estaba ocupada con otras cosas, pero espero que se aprecie un poquito. Aunque para percibirlo tendríais que haber visto cómo estaban antes, que daban pena.
Proceso
¿Qué necesitamos? Simplemente detergente para la ropa y bicarbonato. ¿Así de simple? ¿Sin cabellos de unicornio ni polvos de hadas? Pues sí.
Os recomiendo poneros en la cocina o en el baño, cerca de un lavabo/fregadero, y llevar ropa que no os importe manchar, puesto que esto salpica.
Lo primero que tenemos que hacer es mezclar el detergente con el bicarbonato en un bol. Yo suelo echar aproximadamente medio cazo de detergente y un poco menos de bicarbonato, pero en verdad lo hago a ojo. La cantidad no es muy importante y depende de cuánto vayáis a lavar con ello. No es lo mismo un par de zapatillas que ocho.
Cogemos un cepillito. Yo tengo uno especial de limpieza con mango (algo similar a esto), pero podéis utilizar un viejo cepillo de dientes o algo similar. La cuestión es que no sea grande ni de cerdas duras. Untamos el cepillito en la mezcla de detergente y limpiamos poco a poco sin necesidad de añadir agua. Se empezará a formar espuma y comenzaréis a ver cómo se va blanqueando como por arte de magia. Yo lo hago con movimientos circulares y enérgicos. Untad el cepillo en la mezcla todo lo que necesitéis.
Yo suelo empezar por la lengüeta y la goma exterior y luego paso al interior y finalizo con la suela. En la suela tampoco me detengo mucho porque da lo mismo que no quede perfecta.
Una vez que está toda la zapatilla enjabonada tenemos dos opciones de aclarado. Elegir una u otra va a depender de la calidad de la zapatilla y el material. Mi consejo es que consultéis en la web del fabricante si se puede mojar directamente o no. Por ejemplo, las New Balance no se deben mojar directamente. En estos casos lo que hacemos es coger un trapo, humedecerlo y aclarar con el trapo la zapatilla. La otra opción es aclararla bajo el grifo directamente o humedeciendo el cepillo. Yo hago esto, pero porque mi zapatilla lo permite.
¡Y ya está! Solo tendríamos que dejarla secar unas 24 horas (depende del tiempo) y como nuevas.