Todos los fabricantes tienen la mala costumbre de llenar nuestros dispositivos móviles con aplicaciones que en muchos de los casos nunca llegaremos a abrir o por lo menos utilizarlas. Es verdad que algunos fabricantes instalan más aplicaciones que otros, pero todos siempre terminan instalando alguna que otra aplicación que no nos resulta interesante y que nos ocupa memoria en nuestro dispositivo móvil.
El problema de estas aplicaciones es que se encuentran en una carpeta del sistema, la cual no tenemos acceso para evitar posibles daños por mal uso o por aplicaciones malintencionadas.
Para conseguir librarnos de todas esas aplicaciones que ya venían con nuestro terminal y que nunca vamos a utilizar, existen varios métodos.
Método 1: Inhabilitar la aplicación.
Android incorporó a partir de la versión Ice Cream Sandwich una nueva función en las aplicaciones del sistema, un botón de inhabilitar en vez de un botón de desinstalar. Con esto podemos reducir la aplicación a su más mínima expresión, haciendo que desaparezca de nuestra pantalla y de nuestro menú de aplicaciones y evitando que siga trabajando en segundo plano.
Los pasos a seguir para inhabilitar la aplicación son:
Abrimos Ajustes y entramos en la sección de aplicaciones.
En la columna "todas las aplicaciones" pulsamos sobre la aplicación que queramos inhabilitar.
Una vez dentro de la aplicación deseada y si Android no considera que sea una aplicación indispensable para el buen funcionamiento de nuestro sistema aparecerá un botón con la opción de "inhabilitar" en él.
Pulsamos sobre el botón "Inhabilitar" y confirmamos la orden en el mensaje que nos aparecerá avisándonos de las posibles consecuencias.
Para los que no tengáis muchos conocimientos o ganas de realizar un método mucho más complicado, esta opción os puede bastar ya que "desaparecerá" la aplicación de nuestro escritorio y del menú de aplicaciones y se reducirá su tamaño para que ocupe menos memoria en nuestro terminal. Y lo mejor de todo es que este método es reversible, es decir, podemos hacer lo mismo para volver a habilitar la aplicación
Método 2: Desinstalar la aplicación con Titanium Backup.
Para este método es necesario que tengáis acceso root en vuestro Android, ya que vais a deshaceros del todo de la aplicación.
RECOMENDACIÓN: Antes de hacer este método podemos hacer con Titanium Backup una copia de seguridad de nuestro sistema por si acaso más adelante queremos recuperar la aplicación desinstalada.
Los pasos a seguir para desinstalar la aplicación son:
Vamos a la Play Store y nos descargamos "Titanium Backup ".
Abrimos la aplicación y dejamos que realice todas las comprobaciones. Luego accedemos a la columna de "copiar/restaurar" y buscamos la aplicación que deseamos eliminar del todo.
NOTA IMPORTANTE: Debéis de aseguraros de que sea una aplicación que se pueda eliminar sin peligro y que no sea necesaria para el correcto funcionamiento del sistema de nuestro terminal. Si no tendríamos que restaurar de fábrica para volver a hacer funcionar nuestro Android.
Aparece una nueva ventana, en la cual pulsamos sobre desinstalar y confirmamos la acción.
Y listo, así de fácil tenemos desinstalada de nuestro sistema la aplicación. Por último comentaros que éste es sólo uno de los métodos que podemos utilizar para desinstalar las aplicaciones del sistema, hay muchos más... pero nosotros creemos que este es el mejor para dicho fin