Te preocupa la salud de tu pez y es lo más normal, pero no suele ser fácil identificar cuando tu pez está enfermo. La evolución y la supervivencia han hecho que naturalmente oculten cualquier enfermedad que les aqueja.
Cualquier condición o padecimiento con la capacidad de hacerles diferenciables en un banco de peces, e incluso visibles en su habita natural, podría terminar por ocasionarles la muerte. Por lo que es necesario que prestes mucha atención a tus peces, en especial cuando sospeches que alguno de ellos podría estar delicado. La paciencia y la observación serán tus aliadas a la hora de identificar la posible enfermedad, no olvides hablar de inmediato con tu veterinario, su diagnóstico siempre debe ser la última palabra.
¿Mi pez sufre de estrés?
El estrés también puede afectar a tus peces, y de hecho puede ser causante de alguna otra patología. Por lo que es conveniente aprender a identificarlo y prevenir males mayores. Es difícil de detectar el estrés en tu pez, pero hay síntomas que se nos revelan luego de una inspección detallada. Si notas una pérdida del apetito, una falta de interés a la hora de la comida puede ser un síntoma de cuidado.
Observa a tu pez, si solía estar nadando de un lado a otro y empieza a estar como distraído. Si era un nadador vivaz y empiezas a verlo reposando en el fondo podría ser síntoma de que tu pez está enfermo. Por último otro síntoma que podrías observar es cambios en la coloración, ya que el estrés afecta su capacidad para obtener energía y su sistema hormonal. Tú pececito podría estar siendo víctima del estrés, lo que afecta directamente a su sistema inmune predisponiéndolo a enfermedades.
Enfermedades comunes
La más común es la enfermedad de las aletas podridas. Si ves que sus aletas se hacen de un color blanco opaco, ves que parecen como rasgadas y hasta puede que sangren. Esta enfermedad es muy común en los peces, detectarla a tiempo podría salvar la vida de tu mascota, que lo agradecerá. Si el desgarre y la putrefacción llegan a la base podría ser mortal.
Otra Enfermedad bastante común son los parásitos en la piel, estos parásitos que son parecidos a gusanos. Se colocan en la piel y branquias de tu pececito y aunque algunos no pueden ser fáciles de distinguir, suele ser fácil saber qué tu pececillo sufre de parásitos ya que suelen rascarse contra los objetos del tanque. Además de desarrollar mucosidad en las branquias y otras partes del cuerpo, así como también podrías observar heridas o manchas de sangre en su piel.
Por último es común que nuestros amigos desarrollen un desorden en su vejiga natatoria, lo que como el nombre sugiere afecta su capacidad para nadar. Verás a tu pececito nadar de cabeza o hasta llegar a hundirse en el fondo, lo verás luchar contra la incapacidad de nadar como le gustaría además de verse abultado su cuerpo.
Si te has vuelto un observador eficiente cualquier cambio fuera de lo habitual en tu pez, que se mantenga por algunos días, sería recomendable hablarlo con el especialista quien puede aconsejarte mejor y decir si tu amigo está enfermo
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