Todos los años igual, llega diciembre y nos entran las prisas. Revisar las cuentas, analizar los objetivos cumplidos, repasar las tareas pendientes... te estresas, terminas agotada y la cena de Navidad te sienta fatal.
Piensas que te estás arruinando o perdiendo el tiempo y que estabas mucho mejor con tu sueldo fijo a fin de mes. Otro año tomando las uvas con cara larga, ceño fruncido y echando cuentas para tus adentros... No pinta nada bien.
Tranquila, respira, abre otra botella de cava y relájate. Si te pones nerviosa, lo único que conseguirás es ver, cada vez, el vaso más vacío. Y lo que nosotras necesitamos es ver siempre el vaso medio lleno, desde un punto de vista motivador y positivo, que nos anime a seguir adelante y seguir saltando obstáculos ¿verdad?
Por eso, después de consultar varios posibles temas en el grupo de facebook de EmprendeLove, he decidido redactar esta entrada. La planificación es una tarea de suma importancia, no solo para saber qué tienes que hacer, sino todo lo que has hecho ya. Cuánto más organizada seas, más notarás tus avances y más te alejarás de la desilusión que nos hace tirar la toalla.
Y te lo digo por experiencia. Pasé el primer año de vida de mi hijo a caballo entre el blog, la oficina y un bebé. Si yo pude conectar conmigo misma, encontrar mi ritmo, organizarme y crear un plan de acción efectivo para renunciar a mi salario fijo y vivir de mi sueño... ¿por qué tú no ibas a poder? Venga, no me seas negativa. Al menos habrá que intentarlo ¿no crees?
Y el tiempo no es una excusa. Te lo digo yo. Sí es la más sencilla, pero es la menos real. La típica frase: si es que no tengo tiempo, no me da la vida... La hemos dicho todas. Yo también. Pero siento repetirte que nos engañamos a nosotras mismas. No es que no tengas tiempo, es que tus prioridades son otras:
- Ir al baile de fin de curso para ver cantar un villancico a tu hijo.
- Preparar una cena de Navidad que te lleva 5 días organizar.
- Salir a cenar con tu marido después de meses sin coincidir en horarios.
- Acostarte y leer un capítulo de tu libro favorito, que te tiene enganchada.
- Ver un par de capítulos de esa serie nueva de Netflix hasta que llegue la hora de ir a recoger a los niños al cole.
- Conectarte a facebook cada 5 minutos para ver qué se cuece por los grupos que frecuentas.
Y no, no te voy a decir que ponerte a trabajar en actividades que hagan crecer tu idea es lo más importante, porque si tus prioridades son otras, ni yo ni nadie vamos a hacerte cambiar de opinión. Es tu vida, estás en tu derecho, pero luego... no te quejes de que otras que empezaron cuándo tú avanzan más deprisa.
Emprender es una carrera de fondo, hay que echarle horas... Y los resultados que obtienes son proporcionarles al número de horas invertidas. Al menos cuándo empiezas y no puedes permitirte delegar tareas porque tus recursos son limitados.
Si solo puedes invertir tiempo, vas a tener que sacrificarlo. Si no, una nómina a fin de mes y vacaciones pagadas tampoco está tan mal. Sales por la puerta y te olvidas de todo hasta el día siguiente. Y los fines de semana puedes desconectar por completo. Por no hablar de las vacaciones... ¡Una gozada!
Porque si tu problema es el tiempo, si te cuesta organizarte para invertirlo en hacer crecer tu empresa, si te dejas llevar por la pereza y la procrastinación escudándote en la tan repetida frase:
- Yo no llego, no tengo tiempo, ¡necesito días de 48 horas!
No vas a ser feliz emprendiendo tu propio negocio. Porque no es tu prioridad. Y no pasa nada. Para ser emprendedora o empresaria, hay que querer serlo y comprometerse a ello. No todo el mundo tiene las mismas prioridades.
Hay quién prefiere tener vacaciones pagadas y seguridad a fin de mes. Y es tan respetable como tener tu propio negocio y trabajar en algo que de verdad te apasiona aunque no tengas tanta estabilidad como trabajando por cuenta ajena. No es un problema. Es un decisión como cualquier otra.
Pero tienes que estar muy segura de tu nivel de compromiso y sacrificio si escoges la opción de hacer realidad tu idea y dejar de trabajar para cumplir los sueños de tu jefe. Nadie va a regalarte nada, te lo tienes que ganar tú.
A veces nos dejamos llevar por el miedo a la hora de establecer nuestras prioridades. Y eso es un gran error. Si sientes que tu verdadera prioridad, esa que te hace feliz, es salir a las 3 de tu oficina y olvidarte del trabajo para disfrutar de tu familia ¡adelante! Pero si lo haces porque dudas... porque sientes miedo al fracaso, al rechazo, al silencio... Lo haces por miedo.
Y a los miedos hay que plantarles cara. Pero ese no es el tema de hoy, si quieres saber más sobre por qué necesitas saber de dónde vienen tus miedos y cómo superarlos, puedes leer ESTA ENTRADA y compartir tu experiencia conmigo. Estaré encantada de ayudarte si está en mis manos..
Y ahora que tienes clara tu prioridad, quiero compartir contigo las pautas básicas para diseñar un Plan de Acción de miedo para el Nuevo Año en media hora. Sí, solo media hora. Porque vamos a centrarnos en prioridades, urgencias, actividades importantes. Revisar tu correo, las redes sociales y charlar con tus compañeras no es prioridad a largo plazo.
- Firmar un contrato.
- Resolver la duda de un cliente.
Dos tareas importantes. Una te genera ingresos, otra aumenta la confianza. ¿Cuál sería tu prioridad si tuvieras que elegir solo una?
El contrato tienes que firmarlo tú sí o sí, tardas 5 minutos en firmarlo y enviarlo.
Resolver la duda, si tienes un asistente virtual, no te supone invertir nada. Lo hacen por ti. Si no tienes ayuda, puedes tardar desde 15 minutos a un par de días, dependiendo de la complejidad de la duda.
¿Qué es prioritario ahora mismo? ¿Qué tarea puedes realizar de forma correcta en menos tiempo, te aporta resultados reales que te ayudan a crecer y te permite pasar antes a la siguiente?
Como ves, una prioridad engloba: tiempo - resultados. Si hay una tarea que puedes hacerla en 5 minutos para pasar a la siguiente y encima te genera ingresos, hazla primero. No la dejes para después. Es una prioridad urgente.
Una tarea que te genera un beneficio a largo plazo y te lleva más tiempo, puede esperar un poco más. Sí, es una prioridad, pero secundaria. No es urgente. Los resultados no son inmediatos.
Una vez que te habitúas a desglosar tus tareas prioritarias en urgentes y no urgentes, liberas una cantidad de estrés muy importante. Te das cuenta que no hay nada urgente que te ocupe más de 2 o 3 días. Aprendes a organizarte, a encontrar tu ritmo y todo el sistema fluye.
Hay muchas formas de organizar un plan de acción, yo voy a contarte la mía, la que me funciona y a día de hoy sigo aplicando. Desde que encontré el equilibrio entre mi tiempo y mi calidad de vida, todo es mucho más sencillo y ya solo me agobio cuándo sucede algo que me mantiene desconectada de forma imprevista.
Elige un objetivo importante para cada mes. Si, solo uno. La idea es que tengas cierta libertad de acción y puedas desglosar y mover objetivos secundarios si es preciso.
Organizar los próximos 12 meses con fechas cerradas, sin posibilidad de aplicar cambios, es una locura. Luego la gente se estresa y tira la toalla... con razón. No se puede vivir ni trabajar con ese peso a la espalda.
Con objetivo importante me refiero a una tarea urgente e importante previsible que quieras empezar y finalizar ese mes. Por ejemplo:
OBJETIVO PRIMER TRIMESTRE: lanzar nuevo curso de wordpress.org
ENERO: Crear curso de wordpress.org
FEBRERO: Preparar lanzamiento del curso de wordpress.org
MARZO: Venta oficial del curso de wordpress.org
ABRIL: Comienzo del curso de wordpress.org
¿Ves que sencillo? Mi objetivo principal para el primer trimestre del 2017 es lanzar un nuevo curso de wordpress.org. Y he desglosado esa acción en 4 tareas importantes y necesarias para tener éxito y cumplir mi objetivo.
Esta planificación no quiere decir que en Enero no vaya a hacer nada más, sino que dedicaré al menos 30 minutos cada día a avanzar con el curso para cumplir mi objetivo mensual. Y el resto del tiempo diario disponible lo tengo libre para ir planificando mis tareas sobre la marcha.
En diciembre de 2016 no puedo saber si en junio tendré que hacer un arreglo en la web, ir a Hacienda a entregar unos papeles u organizar un webinar para resolver dudas sobre uno de los cursos ya a la venta.
Esas son tareas que van surgiendo conforme va avanzando el año, de ahí la importancia de establecer solo UN OBJETIVO PRINCIPAL, si no, no quedaría hueco para los demás. ¡Y llegaría el caos, el estrés y la muerte! Y no queremos eso ¿verdad?
Ahora que tienes 4 objetivos principales, uno por trimestre, y 12 prioridades, una por cada mes. Ha llegado el momento de desglosar cada tarea mensual en acciones semanales abiertas o cerradas.
Acciones abiertas: puede variar la fecha sin afectar a los resultados.
Acciones cerradas: no puede variar la fecha porque se descoloca todo el planning.
Por ejemplo, este sería mi hipotético primer trimestre de 2017:
OBJETIVO PRIMER TRIMESTRE: lanzar nuevo curso de wordpress.org
ENERO: Crear curso de wordpress.org
Semana 1: Hacer un borrador con el índice del curso. CERRADA.
Semana 2: Hacer una lista de todo lo que necesito para crear el curso. ABIERTA.
Semana 3: Reunir todo lo que necesito para crear el curso. ABIERTA.
Semana 4: Producir el material provisional del curso. CERRADA.
FEBRERO: Preparar lanzamiento del curso de wordpress.org
Semana 1: Decidir la temática del entrenamiento gratuito de presentación del curso. CERRADA.
Semana 2: Curar contenido para utilizarlo en el entrenamiento. ABIERTA.
Semana 3: Producir el material del entrenamiento. ABIERTA.
Semana 4: Preparar como regalo el primer capítulo del curso con oferta especial en la matrícula a los asistentes al entrenamiento. CERRADA.
MARZO: Venta oficial del curso de wordpress.org
Semana 1: Crear una lista de suscripción para el entrenamiento. CERRADA.
Semana 2: Anunciar el entrenamiento y el regalo que recibirán los asistentes. CERRADA.
Semana 3: Realizar el entrenamiento. ABIERTA.
Semana 4: Diseñar la campaña de email marketing. CERRADA.
Las opciones abiertas pueden solaparse entre ellas. Es decir, que si la lista de enero la tengo terminada el miércoles de la semana 2, el jueves empezaré a reunir todo lo que necesito para preparar el entrenamiento.
Pero las cerradas tengo que hacerlas esa semana, porque si tardo una semana más en crear la lista de suscriptores, por muy deprisa que haga el entrenamiento... la última semana me faltarán días para crear el embudo de ventas en mi plataforma de email marketing.
Descarga la ficha para diseñar tu propio plan de acción para los próximos 12 meses. Y hacerlo con cabeza, manteniendo los pies en el suelo, siendo consciente de tus limitaciones. No te exijas demasiado.
Si te pones objetivos muy ambiciosos y no los cumples... irás todo el año retrasada y terminarás por tirar la toalla. El secreto no es hacer más en menos tiempo, sino conocer tu tiempo, aceptarlo y adaptar tus tareas en base a ello. Calidad sobre cantidad, siempre.
Y para finalizar, he grabado un vídeo reuniendo unos consejos muy importantes a la hora de seleccionar esos objetivos que consideras prioritarios y urgentes a día de hoy para el funcionamiento de negocio online.
Tal vez después de analizarlos a fondo, descubras que no son tan importantes y puedes reducirlos o, incluso, prescindir de ellos. ¿Quién sabe? Nunca lo sabrás, si no lo intentas. ¡Así que ánimo! Es tu felicidad la que está en juego. Tú decides.
También encontrarás algunas dudas resueltas compartidas en el grupo de facebook de EmprendeLove. Si quieres que responda tus preguntas en el próximo vídeo, únete a nosotras desde AQUÍ y estaré encantada de ayudarte un poquito más.
IMPORTANTE:
→ Planifica OBJETIVOS que sean REALISTAS, MEDIBLES Y CUANTIFICABLE S: No te pongas como meta en el plazo de 30 días ganar 5000€ si todavía no has empezado a monetizar tu blog.
→ Define OBJETIVOS que sean CONCRETOS Y COHERENTES respecto a la etapa en la que te encuentras: No aspires a vender más, es demasiado general, aspira a vender 10 copias de tu infoproducto en 30 días. Te será más sencillo trabajar con esa meta.
→ Prémiate cuándo cumplas un objetivo. Esas pequeñas alegrías son las que nos motivan a seguir trabajando cada día en nuestro negocio. No seas tu propia jefa gruñona y te sabotées a ti misma.
→ Tira la toalla SÓLO cuando te quedes sin soluciones. Los fracasos nos hacen aprender de nuestros errores y hacer las cosas mejor en el próximo intento. No abandones sin aprender todo lo que puedas de tu error.
→ Descubre tu ritmo, ese con el que te sientes cómoda trabajando. Respeta tus descansos y cuídate. No te quemes antes de tiempo por querer hacer en un día lo que no has hecho en una semana.
En resumen: Necesitas estar 100% comprometida con tu idea, conocer muy bien tus límites para fijar tus propios objetivos, desglosarlos de forma realista y teniendo muy en cuenta tus posibilidades y aspiraciones.
¡Ah! E intentar ser muy concreta para que analizar los resultados sea fácil y no te lleve demasiado tiempo. Optimiza al máximo tu sistema. Y disfruta de tus éxitos.
Y ahora cuéntame ¿qué te parece mi sistema? ¿ya conocías la diferencia entre objetivos prioritarios y no prioritarios? ¿cómo has gestionado tus tareas diarias hasta ahora? ¡Seguro que aprendemos un montón juntas! Y si tienes alguna duda, tal vez pueda ayudarte si me la cuentas.
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