Elegir el momentoNo cometamos el error de preparar nuestro baño justo antes de ir a la compra o realizar cualquier tarea, el momento merece disfrutarlo durante un largo tiempo, sin prisas y sin tener nada en lo que pensar. Procuremos dejar lejos el teléfono móvil para evitar distracciones. Tomar el baño por las noches ayudará a conciliar el sueño y dormir como un bebé.
Crear el ambiente
Es importante crear el ambiente propicio para relajarnos aún más. Si nos lo curramos, ¡nuestro baño no tendrá nada que envidiar a un spa! Con ayuda de velas crearemos una luz suave. También podemos recurrir a música tranquila de fondo con la que desconectar.La temperaturaDebemos bañarnos con el agua tan caliente como aguantemos (sin llegar a quemarnos claro está). Con una temperatura del agua de 30 grados estaría bien.El agua caliente no solo favorece la relajación sino que el vapor ayudará que se abran los poros y estén más receptivos a las propiedades terapéuticas de las plantas y hierbas que echemos.
AceitesAunque no son necesarios para relajarnos, pueden ser muy beneficiosos para nuestra piel y para nuestro organismo. Vamos a repasar cuales son los más utilizados y por qué:
Sales de bañoPodemos añadir sal marina, no tiene que ser perfumada, la sal marina ayuda a eliminar toxinas y tiene propiedades tranquilizantes y terapéuticas. También contienen propiedades curativas para la piel seca o con problemas de eczemas.
TiempoNo hay tiempo que valga, se trata del tiempo que necesitemos para estar totalmente relajados. Mis baños suelen durar cerca de media horita.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy ¿Qué os parece?¿Soléis disfrutar de baños como este?