Leyendo a priori el título de este post podéis pensar que puede ser algo pretencioso o que es un título cebo para que entréis a leerlo...estáis en vuestro derecho, pero no, no lo es. En este texto voy a contar cómo el blog después de casi dos años de recorrido me ha cambiado la vida por completo.
Esta es mi historia
Cuando creé este blog no tenía ningún objetivo concreto, fue casi por casualidad, pero con el paso del tiempo el objetivo era claro, el blog tenía que ser un escaparate que ejerciese de efecto diferenciador, tenía que aportar un valor a mi marca personal y tenía que hacer que aumentase mi notoriedad. Esos eran los objetivos principales, las bases para alcanzar objetivos más ambiciosos.
Tras más de año y medio de duro trabajo, manteniendo una rutina de publicaciones, cuidando el blog día a día, llegaron los frutos. Tengo que decir que mucho antes de lo que esperaba.
Hace unos meses, abro el Twitter y veo un DM de un follower al que yo también seguía. El DM a primera vista era cuento menos extraño. Extraño porque no sueles recibir ese tipo de mensajes. Resultaba ser esta persona el director creativo de una agencia de publicidad de Madrid y dicha persona me contaba brevemente que llevaban un tiempo siguiéndome y que les gustaría conocerme. Tal fue mi intriga y asombro que no me quedó otra que contestar, en primer lugar agradeciendo el interés mostrado y pidiendo más información a través de un mail.
Pasaron los días y recibí el correo con la información más detallada, esta persona me contaba qué agencia era, qué habían visto en mí y más o menos lo que querían, pero primero de todo querían que me acercase a Madrid para charlar y conocerme.
No dude dos segundos, planifiqué un viaje a Madrid y a la semana siguiente del correo estaba allí, con él y la otra responsable de la agencia, manteniendo una fluida y amena conversación. En plena "entrevista" ya sacaba algo en claro, parecía que nos conocíamos de antes y eso para empezar daba muy buen rollo.
Tras casi una hora conversando y tras alguna leve insinuación a través de preguntas como si me gustaba Madrid o si me gustaría vivir en esta ciudad, me preguntaron cuándo podría incorporarme al equipo. Puesto que toda mi vida estaba en Elche (Alicante) y era un paso muy importante y con muchas gestiones de por medio, indiqué que en un mes podría estar en la capital. Ellos me dijeron que me necesitaban en dos semanas y viendo la necesidad, prometí que iba a intentarlo.
Una vez de vuelta a Elche y tras consultar con mi gente, la decisión estaba tomada, ponía rumbo a Madrid, dejaba todo atrás, a la gente que quería, una beca Erasmus para el año siguiente e incluso una carrera universitaria a medias (para vuestra tranquilidad, la seguiré allá donde vaya).
En menos de dos semanas después de la entrevista estaba en Madrid, con piso buscado de urgencia, con el coche lleno de bultos, para notar en mi nueva vida la mínima diferencia con la anterior, ya que el cambio era muy brusco.
Al día después de llegar a la ciudad y a mi nuevo hogar, me presenté en mi nuevo trabajo, un trabajo el cual había soñado y llegaba mucho antes de lo que yo me esperaba. Me había sonreído la suerte, aunque si hay una frase que he escuchado en estos últimos dos meses es : "no es suerte, te lo has currado". No hay nada mejor que valoren tu esfuerzo y el trabajo realizado.
Tenía muchas dudas respecto a cómo iba a ser, qué iba a hacer y cómo me iba a sentir en mi nuevo puesto, pero pronto esas dudas se despejaron. Desde el primer día me puse manos a la obra, la acogida fue muy calurosa y el trato inmejorable. Soy feliz con mi nueva vida.
Tras esta experiencia sólo me queda decir una cosa a aquella gente que tiene un blog, o que aún sin tenerlo se esfuerzan día a día por algo en lo que creen: seguid trabajando, no abandonáis, ni hagáis caso de los que os digan, habrá gente que intente destruir vuestras ideas... simplemente seguid adelante.
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