El estrés no solo provoca daños mentales sino que también el estrés afecta a tu piel, entienda algunos motivos a continuación:
Es natural convivir con niveles de estrés que varían y que generan cambios físicos necesarios para enfrentar una determinada situación o problema. Pero cuando ese estrés llega a un alto nivel y que se mantiene constante
en la vida de una persona, puede provocar muchos daños en la salud física y mental, provocando un efecto dominó.
El estrés provoca insomnio, lapsos de memoria, dolor cabeza, indigestión, altera el humor, el sistema inmunológico, y otros tantos efectos físicos y mentales que crean un desequilibrio que a su vez trae otros problemas en secuencia.
El estrés afecta la circulación sanguínea, pues los vasos sanguíneos quedan contraídos con la producción de adrenalina, y la mala circulación disminuye el flujo de la sangre para la piel, dejando la piel seca y escamosa.
Como la respiración se acelera, se deduce la cantidad de oxígeno en el organismo y también en la piel. Durante un periodo de estrés muy largo la piel se va quedando opaca.
El estrés también empeora problemas ya existentes en la piel del paciente como eczema, psoriasis y erupciones cutáneas además de causar manchas en la piel. Las hormonas generadas en el periodo de estrés elevado, si no vuelven a la normalidad, producen radicales libres y alteraciones en el colágeno, así las líneas de tensión en la frente, ojos y boca, aumentan.
El resultado es un visible envejecimiento, ojeras y la vitalidad y belleza de la piel totalmente afectadas.
Por ese motivo, busque siempre controlar su tensión y ansiedad en los periodos complicados y mantenga la práctica de buenos hábitos que sean benéficos para su salud siempre. Actividades físicas como yoga, meditación, horarios de trabajo sin exagero, alimentación correcta, y sesiones de masajes, como una manera de relajamiento, pues así eliminas la tensión, produciendo hormona buenas para la salud.
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