«-¡Estoy hasta la coronilla de los hombres! ¡Me tenéis hasta! ¡Estoy hasta las narices de vuestras jugarretas! ¡Os ha llegado la hora de sufrir!»
La dulce Marie ha desaparecido, perdida entre lamentos. ¡Cuidado, mundo, llega una nueva Marie! La venganza es un plato que se sirve frío, y ella está congelada…