- Jovellanos decía “las construcciones románicas son pequeñas en extremo, de escaso y grosero ornato.”
- Llaguno lo denominaba “gótico-germánico antiguo”.
- A. Ponz “antigualla gótica”
- J. Inclán “carente de gracia y esbeltez”.
No será hasta el siglo XIX cuando el arte románico vuelva a despertar simpatías. El verdadero impulso comenzará a mediados del siglo XIX cuando comiencen a llevarse a cabo las “temibles” restauraciones puristas y los escritores empiecen a fijarse en el arte de la unidad europea. Un entusiasmo que choca con el anterior desprecio y que ha llevado en la actualidad a la creación de fundaciones, asociaciones, grupos, proyectos, estudios, etc., donde el protagonista es solo uno, el románico. De los estudios generales sobre este arte en el siglo XX se ha pasado a investigaciones centradas en aspectos concretos que nos aportan una información que hasta hace poco era impensable.
Una serie de Cristina Párbole para Curiosón-©-2018