La novia suele estar en unos momentos muy vulnerables y necesita confiar en la persona que tiene a su lado para asesorarla.
Si que es cierto que muchas veces la novia se confunde; ¿por qué?, pues porque lo quiere todo; una boda en el mar, rodeada de sus amigos íntimos y hippies por un día; en un ambiente bucólico y una comida muy sofisticada. Ella misma se ve sexy, poderosa, dulce y romántica, envuelta en una luz de tantos colores que la pobre acaba mareada…y los invitados también.
Pues así, ¿Cómo vamos a encontrar El Vestido?. Lo primero que tenemos que entender es que por mucho que sea Tu Día, no puedes tener en esas horas todas tus facetas en uno. Tienes que escoger. Es así. Escoge lo que no difiera de tu día a día y encuentra la manera de estar “escandalosamente guapa”: ¿Cómo se consigue? Pues llevando tu belleza a tu máximo nivel, por ello si escogemos un vestido que no nos representa o nos representa esa parte de nosotras que casi nadie de nuestros amigos y/o familiares conoce...el resultado será raro, ya que haremos un mix de tendencias nada favorecedoras.
Así, lo primero o de lo primero que se tiene escogido (aparte del novio), es el lugar del enlace: ¿Ciudad; playa; campo?... Una vez lo tengas claro, muévete siempre en esa dirección, pero Ojo! No te pases con ser demasiado “obvia”.¿A qué me refiero?, pues que muchas novias por casarse en el campo, rollo bucólico tan de moda, se compran un vestido campesino, se plantan unas flores o tiestos en la cabeza y Ála! Estoy tan en sintonía…Pues no. A eso me refiero. Está bien que no pierdas jamás el hilo, pero no intensifiques tu papel ya que por lo general las mujeres somos cambiantes y tenemos según el día una manera de sentir u otra y si nos enfocamos sólo en un papel vamos a echar de menos otros. Así que si el vestido sigue el aire bucólico, quizás estaría bien que tu peinado buscara dentro del punto desenfadado, suelto, coronas etc.., ese toque un poco sexy o sobrio que también tienes. Y si no lo tiene, debes buscarlo sino quieres parecer la protagonista de la casa de la pradera. Pasarías de ser una novia dulce y sexy a la vez, a ser una novia donde bien podríamos usa la paja como adorno floral.
Bien, esto ocurre a menudo en las bodas de campo, pero en bodas de playa ocurre lo contrario: queremos estar tan divinas al sol, tan rabiosamente sexies y tan dispuestas para la fiesta que nos pasamos de “aunque parezca que me levanté de la cama está hecho aposta”. Por favor, superemos ya la época Kate.
Lo mismo ocurre si nos casamos en la ciudad, de tan regia que vamos, a veces no nos podemos ni mover!. ¿Qué tal un poco de soltura? ¿En los tejidos, en los cortes y en los peinados?
Realmente sí ha cambiado la cosa cuando empecé en este mundo. Antes las novias venían con sus madres y abuelas a hacer las pruebas de peinado y maquillaje y opinaban siempre pensando que su hija o nieta no crecía, que aún era aquella niña con su vestido blanco de la primera comunión, así que le decían el tipo de recogido que tenía que llevar, el tocado que debían ponerse y qué parte del maquillaje tenían que potenciar.
Gracias a Dios, hemos mejorado en esto; la novia casi siempre viene sola y decide ella, potencia su belleza y tiene su propia personalidad. No obstante, tenemos que pensar que la novia es un estado anímico momentáneo donde la inseguridad está a flor de piel, y si nos desviamos de lo que sienten o quieren podemos no hacer un buen trabajo.
Por ello es tan importante que se tengan en cuenta todos los factores hablados y nunca dejemos de pensar que todo en la fiesta tiene que tener un sentido a la vez que tiene que hablar de los novios, deben unir fuerzas y “diferencias”para que la novia esté “escandalosamente guapa, escandalosamente ella”.
Hasta la próxima!
Agnés Sunyer