Con la llegada de la Navidad y otras fechas especiales llegan también las compras de juguetes para nuestros hijos y la publicidad invade la programación infantil para lograr "crear deseos y necesidades" de éste o aquel juguete en nuestros hijos. Es importante que antes de abordar las compras tengamos en cuenta que los juguetes, además de un medio para la diversión, son también valiosos instrumentos para la educación de nuestros hijos. Un juguete, además de divertir, puede desarrollar la imaginación, la creatividad y la personalidad de nuestros hijos.
Las implicaciones que puede tener un juego en el desarrollo de nuestros hijos nos obliga a prestar atención a una serie de r ecomendaciones generales que debemos tener en cuenta ANTES de comprar un juguete.
El juguete debe ser adecuado a su edad
Antes de comprar el juguete debemos asegurarnos que es adecuado a la edad de nuestro hijo. El juguete se debe adecuar a sus capacidades y a su nivel de desarrollo, debe suponer un reto de manera que no sea aburrido ni tampoco demasiado sencillo. Si realmente queremos que sea educativo es necesario que aporte algo nuevo a nuestro hijo para que, además de conseguir que le interese, también suponga un avance para sus capacidades.
Debe ser un juguete que potencie sus capacidades
Cuando decimos que un juguete debe cumplir con una función educativa, nos referimos a que éste potencie el desarrollo de nuestro hijo, pero de forma integral. El juguete debe potenciar sus capacidades tanto motrices, cognitivas, sociales o afectivas, como alguna de sus habilidades y actitudes. Se trata de potenciar que desarrollen la creatividad, sus habilidades sociales, su conocimiento del mundo, etc.
El juguete debe tener relación con sus intereses
Un error que los padres podemos comenter es centrarnos excesivamente en el carácter educativo del juego, olvidando otra f unción fundamental como es la diversión y el ocio. El centro educativo es el lugar principal donde nuestros hijos van a aprender los conocimientos que necesitan y su tiempo de juego debe ser para que realicen aquellas actividades que les parezcan interesantes y en las que se diviertan. Por eso, antes de compar un juguete debemos asegurarnos de que es del interés de nuestros hijos. Por supuesto no es posible determinar qué juego le gustará a todos los niños, sino que tendrás que conocer muy bien a tu hijo para poder acertar con el juguete.
El juguete NO debe transmitir roles antiguos y sexistas
A través de los juegos los niños son más participes del mundo de los adultos cuando juegan a crear un centro comercial, a los médicos, a descubrir estrellas. Tenemos que intentar no caer en comprar las "cocinitas" para las niñas y los coches de carrerras para los niños. Cuando juegan, nuestros hijos aprenden roles y formas de comportamiento. Lo mejor es elegir juguetes variados, potenciar el gusto por juguetes diferentes que partan de sus intereses pero sin caer en "lo de siempre".
En cualquier caso, recuerda que da igual los juguetes que le compres, aunque no lo ponga en la carta a los reyes él preferirá siempre menos juguetes pero más tiempo para poder compartirlos contigo.
Con la llegada de la Navidad y otras fechas especiales llegan también las compras de juguetes para nuestros hijos y la publicidad invade la programación infantil para lograr "crear deseos y necesidades" de éste o aquel juguete en nuestros hijos. Es importante que antes de abordar las compras tengamos en cuenta que los juguetes, además de un medio para la diversión, son también valiosos instrumentos para la educación de nuestros hijos. Un juguete, además de divertir, puede desarrollar la imaginación, la creatividad y la personalidad de nuestros hijos.
Las implicaciones que puede tener un juego en el desarrollo de nuestros hijos nos obliga a prestar atención a una serie de r ecomendaciones generales que debemos tener en cuenta ANTES de comprar un juguete.
El juguete debe ser adecuado a su edad
Antes de comprar el juguete debemos asegurarnos que es adecuado a la edad de nuestro hijo. El juguete se debe adecuar a sus capacidades y a su nivel de desarrollo, debe suponer un reto de manera que no sea aburrido ni tampoco demasiado sencillo. Si realmente queremos que sea educativo es necesario que aporte algo nuevo a nuestro hijo para que, además de conseguir que le interese, también suponga un avance para sus capacidades.
Debe ser un juguete que potencie sus capacidades
Cuando decimos que un juguete debe cumplir con una función educativa, nos referimos a que éste potencie el desarrollo de nuestro hijo, pero de forma integral. El juguete debe potenciar sus capacidades tanto motrices, cognitivas, sociales o afectivas, como alguna de sus habilidades y actitudes. Se trata de potenciar que desarrollen la creatividad, sus habilidades sociales, su conocimiento del mundo, etc.
El juguete debe tener relación con sus intereses
Un error que los padres podemos comenter es centrarnos excesivamente en el carácter educativo del juego, olvidando otra f unción fundamental como es la diversión y el ocio. El centro educativo es el lugar principal donde nuestros hijos van a aprender los conocimientos que necesitan y su tiempo de juego debe ser para que realicen aquellas actividades que les parezcan interesantes y en las que se diviertan. Por eso, antes de compar un juguete debemos asegurarnos de que es del interés de nuestros hijos. Por supuesto no es posible determinar qué juego le gustará a todos los niños, sino que tendrás que conocer muy bien a tu hijo para poder acertar con el juguete.
El juguete NO debe transmitir roles antiguos y sexistas
A través de los juegos los niños son más participes del mundo de los adultos cuando juegan a crear un centro comercial, a los médicos, a descubrir estrellas. Tenemos que intentar no caer en comprar las "cocinitas" para las niñas y los coches de carrerras para los niños. Cuando juegan, nuestros hijos aprenden roles y formas de comportamiento. Lo mejor es elegir juguetes variados, potenciar el gusto por juguetes diferentes que partan de sus intereses pero sin caer en "lo de siempre".
En cualquier caso, recuerda que da igual los juguetes que le compres, aunque no lo ponga en la carta a los reyes él preferirá siempre menos juguetes pero más tiempo para poder compartirlos contigo.